by Pablo Neruda
a leaf from the tree
of life
that made a nest and sang,
that put out roots,
that gave flowers and fruits.
And so you see, my love,
how I move
around the island,
around the world,
safe in the midst of spring,
crazy with light in the cold,
walking tranquil in the fire,
lifting your petal
weight in my arms
as if I had never walked
except with you, my heart,
as if I could not walk
except with you,
as if I could not sing
except when you sing.
MADRIGAL ESCRITO EN INVIERNO
En el fondo del mar profundo,
en la noche de largas listas,
como un caballo cruza corriendo
tu callado callado nombre.
Alójame en tu espalda, ay, refúgiame,
aparéceme en tu espejo, de pronto,
sobre la hoja solitaria, nocturna,
brotando de lo oscuro, detrás de ti.
Flor de la dulce luz completa,
acúdeme tu boca de besos,
violenta de separaciones,
determinada y fina boca.
Ahora bien, en lo largo y largo,
de olvido a olvido residen conmigo
los rieles, el grito de la lluvia:
lo que la oscura noche preserva.
Acógeme en la tarde de hilo,
cuando al anochecer trabaja
su vestuario y palpita en el cielo
una estrella llena de viento.
Acércame tu ausencia hasta el fondo,
pesadamente, tapándome los ojos,
crúzame tu existencia, suponiendo
que mi corazón está destruido.
MADRIGAL WRITTEN IN WINTER
In the depths of the deep sea,
in the night of long lists,
like a horse your silent
silent name runs past.
Lodge me at your back, oh shelter me,
appear to me in your mirror, suddenly,
upon the solitary, nocturnal pane,
sprouting from the dark behind you.
Flower of sweet total light,
bring to my call your mouth of kisses,
violent from separations,
resolute and delicate mouth.
Now then, in the long run,
from oblivion to oblivion the rails
reside with me, the cry of the rain:
what the dark night preserves.
Welcome me in the threadlike evening,
when at dusk it works upon
its wardrobe and in the sky a star
twinkles filled with wind.
Bring your substance deep down to me,
heavily, covering my eyes,
let your existence cut across me, supposing
that my heart is destroyed.
JUNTOS NOSOTROS
Qué pura eres de sol o de noche caída,
qué triunfal desmedida tu órbita de bianco,
y tu pecho de pan, alto de clima,
tu corona de árboles negros, bienamada,
y tu nariz de animal solitario, de oveja salvaje
que huele a sombra y a precipitada fuga
tiránica.
Ahora, qué armas espléndidas mis manos,
digna su pala de hueso y su lirio de uñas,
y el puesto de mi rostro, y el arriendo de mi
alma
están situados en lo justo de la fuerza terrestre.
Qué pura mi mirada de nocturna influencia,
caída de ojos oscuros y feroz acicate,
mi simétrica estatua de piernas gemelas
sube hacia estrellas húmedas cada mañana,
y mi boca de exilio muerde la carne y la uva,
mis brazos de varón, mi pecho tatuado
en que penetra el vello como ala de estaño,
mi cara blanca hecha para la profundidad del sol,
mi pelo hecho de ritos, de minerales negros,
mi frente, penetrante como golpe o camino,
mi piel de hijo maduro, destinado al arado,
mis ojos de sal ávida, de matrimonio rápido,
mi lengua amiga blanda del dique y del buque,
mis dientes de horario bianco, de equidad
sistemática,
la piel que hace a mi frente un vacío de hielos
y en mi espalda se torna, y vuela en mis párpados,
y se repliega sobre mi más profundo estímulo,
y crece hacia las rosas en mis dedos,
en mi mentón de hueso y en mis pies de riqueza.
Y tú como un mes de estrella, como un beso fijo,
como estructura de ala, o comienzos de otoño,
niña, mi partidaria, mi amorosa,
la luz hace su lecho bajo tus grandes párpados,
dorados como bueyes, y la paloma redonda
hace sus nidos blancos frecuentemente en ti.
Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas,
tu salud de manzana furiosa se estira sin límite,
el tonel temblador en que escucha tu estómago,
tus manos hijas de la harina y del cielo.
Qué parecida eres al más largo beso,
su sacudida fija parece nutrirte,
y su empuje de brasa, de bandera revuelta,
va latiendo en tus dominios y subiendo temblado,
y entonces tu cabeza se adelgaza en cabellos,
y su forma guerrera, su círculo seco,
se desploma de súbito en hilos lineales
como filos de espadas o herencias del humo.
WE TOGETHER
How pure you are by sunlight or by fallen night,
how triumphal and boundless your orbit of white,
and your bosom of bread, high in climate,
your crown of black trees, beloved,
and your lone-animal nose, nose of a wild sheep
that smells of shadow and of precipitous,
tyrannical flight.
Now, what splendid weapons my hands,
how worthy their blade of bone and their lily nails,
and the placing of my face and the rental of my
soul
are situated in the center of earthly force.
How pure my gaze of nocturnal influence,
a fall of dark eyes and ferocious urge,
my symmetrical statue with twin legs
mounts toward moist stars each morning,
and my exiled mouth bites the flesh and the grape,
my manly arms, my tattooed chest
on which the hair takes root like a tin wing,
my white face made for the sun’s depth,
my hair made of rituals, of black minerals,
my forehead, penetrating as a blow or a road,
my skin of a grown-up son, destined for the plow,
my eyes of avid salt, of rapid marriage,
my tongue soft friend of dike and ship,
my teeth like a white clockface, of systematic
equity,
the skin that makes in front of me an icy emptiness
and in back of me revolves, and flies in my eyelids,
and folds back upon my deepest stimulus,
and grows toward the roses in my fingers,
in my chin of bone and in my feet of richness.
And you, like a month of star, like a fixed kiss,
lite a structure of wing, or the beginning of autumn,
girl, my advocate, my amorous one,
light makes its bed beneath your big eyelids,
golden as oxen, and the round dove
often makes her white nests in you.
Made of wave in ingots and white pincers,
your furious apple health stretches without limit,
the trembling cask in which your stomach listens,
your hands daughters of wheat and sky.
How like you are to the longest kiss,
its fixed shock seems to nourish you,
and its thrust of live coals, of fluttering flag,
goes throbbing in your domains and mounting
trembling,
and then your head slenders into hairs,
and its warlike form, its dry circle,
collapses suddenly into lineal strings
like swords’ edges or inheritance of smoke.
ODA CON UN LAMENTO
Oh niña entre las rosas, oh presión de palomas,
oh presidio de peces y rosales,
tu alma es una botella llena de sal sedienta
y una campana llena de uvas es tu piel.
Por desgracia no tengo para darte sino uñas
o pestañas, o pianos derretidos,
o sueños que salen de mi corazón a borbotones,
polvorientos sueños que corren como jinetes
negros,
sueños llenos de velocidades y desgracias.
Sólo puedo quererte con besos y amapolas,
con guirnaldas mojadas por la lluvia,
mirando cenicientos caballos y perros amarillos.
Sólo puedo quererte con olas a la espalda,
entre vagos golpes de azufre y aguas ensimismadas,
nadando en contra de los cementerios que corren
en ciertos ríos
con pasto mojado creciendo sobre las tristes tumbas
de yeso,
nadando a través de corazones sumergidos
y pálidas planillas de niños insepultos.
Hay mucha muerte, muchos acontecimientos
funerarios
en mis desamparadas pasiones y desolados besos,
hay el agua que cae en mi cabeza,
mientras crece mi pelo,
un agua como el tiempo, un agua negra desencadenada,
con una voz nocturna, con un grito
de pájaros en la lluvia, con una interminable
sombra de ala mojada que protege mis huesos:
mientras me visto, mientras
interminablemente me miro en los espejos y en
los vidrios,
oigo que alguien me sigue llamándome a sollozos
con una triste voz podrida por el tiempo.
Tú estás de pie sobra la tierra, llena
de dientes y relámpagos.
Tú propagas los besos y matas las hormigas.
Tú lloras de salud, de cebolla, de abeja,
de abecedario ardiendo.
Tú eres como una espada azul y verde
y ondulas al tocarte, como un río.
Ven a mi alma vestida de bianco, con un ramo
de ensangrentadas rosas y copas de cenizas,
ven con una manzana y un caballo,
porque allí hay una sala oscura y un candelabra
roto,
unas sillas torcidas que esperan el invierno,
y una paloma muerta, con un número.
ODE WITH A LAMENT
Oh girl among the roses, oh crush of doves,
oh fortress of fishes and rosebushes,
your soul is a bottle filled with thirsty salt
and your skin, a bell filled with grapes.
Unfortunately I have only fingernails to give you,
or eyelashes, or melted pianos,
or dreams that come spurting from my heart,
dusty dreams that run like black horsemen,
dreams filled with velocities and misfortunes.
I can love you only with kisses and poppies,
with garlands wet by the rain,
looking at ash-gray horses and yellow dogs.
I can love you only with waves at my back,
amid vague sulphur blows and brooding waters,
swimming against the cemeteries that flow in
certain rivers
with wet fodder growing over the sad plaster
tombs,
swimming across submerged hearts
and pale lists of unburied children.
There is much death, many funereal events
in my forsaken passions and desolate kisses,
there is the water that falls upon my head,
while my hair grows,
a water like time, a black unchained water,
with a nocturnal voice, with a shout
of birds in the rain, with an interminable
wet-winged shadow that protects my bones:
while I dress, while
interminably I look at myself in mirrors and
windowpanes,
I hear someone who follows me, sobbing to me
with a sad voice rotted by time.
You stand upon the earth, filled
with teeth and lightning.
You spread the kisses and kill the ants.
You weep with health, with onion, with bee,
with burning alphabet.
You are like a blue and green sword
and you ripple, when I touch you, like a river.
Come to my heart dressed in white, with a
bouquet
of bloody roses and goblets of ashes,
come with an apple and a horse,
because there is a dark room there and a broken
candleholder,
some twisted chairs waiting for winter,
and a dead dove, with a number.
ALIANZA (SONATA)
Ni el corazón cortado por un vidrio
en un erial de espinas,
ni las aguas atroces vistas en los rincones
de ciertas casas, aguas como párpados y ojos,
podrían sujetar tu cintura en mis manos
cuando mi corazón levanta sus encinas
hacia tu inquebrantable hilo de nieve.
Nocturno azúcar, espíritu
de las coronas,
redimida,
sangre humana, tus besos
me destierran,
y un golpe de agua con restos del mar
golpea los silencios que te esperan
rodeando las gastadas sillas, gastando puertas.
Noches con ejes claros,
partida, material, únicamente
voz, únicamente
desnuda cada día.
Sobre tus pechos de corriente inmóvil,
sobre tus piernas de dureza y agua,
sobre la permanencia y el orgullo
de tu pelo desnudo,
quiero estar, amor mío, ya tiradas las lágrimas
al ronco cesto donde se acumulan,
quiero estar, amor mío, solo con una sílaba
de plata destrozada, solo con una punta
de tu pecho de nieve.
Ya no es posible, a veces
ganar sino cayendo,
ya no es posible, entre dos seres
temblar, tocar la flor del río:
hebras de hombre vienen como agujas,
tramitaciones, trozos,
familias de coral repulsivo, tormentas
y pasos duros por alfombras
de invierno.
Entre labios y labios hay ciudades
de gran ceniza y húmeda cimera,
gotas de cuándo y cómo, indefinidas
circulaciones:
entre labios y labios como por una costa
de arena y vidrio, pasa el viento.
Por eso eres sin fin, recógeme como
si fueras
toda solemnidad, toda nocturna
como una zona, hasta que te confundas
con las líneas del tiempo.
Avanza en la dulzura,
ven a mi lado hasta que las digitales
hojas de los violines hayan callado, hasta que los musgos
arraiguen en el trueno, hasta que del latido
de mano y mano bajen las raíces.
ALLIANCE (SONATA)
Neither the heart cut by a sliver of glass
in a wasteland of thorns,
nor th
e atrocious waters seen in the corners
of certain houses, waters like eyelids and eyes,
could hold your waist in my hands
when my heart lifts its oak trees
toward your unbreakable thread of snow.
Night sugar, spirit
of crowns,
redeemed
human blood, your kisses
banish me,
and a surge of water with remnants of the sea
strikes the silences that wait for you
surrounding the worn-out chairs, wearing doors away.
Nights with bright pivots,
departure, matter, uniquely
voice, uniquely
naked each day.
Upon your breasts of still current,
upon your legs of harshness and water,
upon the permanence and pride
of your naked hair,
I want to lie, my love, the tears now cast
into the raucous basket where they gather,
I want to lie, my love, alone with a syllable
of destroyed silver, alone with a tip
of your snowy breast.
It is not now possible, at times,
to win except by falling,
it is not now possible, between two people,
to tremble, to touch the river’s flower:
man fibers come like needles,
transactions, fragments,
families of repulsive coral, tempests
and hard passages through carpets
of winter.
Between lips and lips there are cities
of great ash and moist crest,
drops of when and how, indefinite
traffic:
between lips and lips, as if along a coast
of sand and glass, the wind passes.
That is why you are endless, gather me up as if
you were
all solemnity, all nocturnal
like a zone, until you merge
with the lines of time.
Advance in sweetness,
come to my side until the digital