– «La incertidumbre de los valores», serie de conferencias John Danz, 1963
Nos hallamos solo al principio del desarrollo de la especie humana; del desarrollo de la mente humana, de la vida inteligente, tenemos años y años en el futuro. Es nuestra responsabilidad no dar la respuesta hoy en día de lo que va todo esto, de conducir a todo el mundo en una determinada dirección y de decir: «Esto es una solución para todo». Porque entonces nos encontraríamos encadenados a los límites de nuestra imaginación actual.
– Simposio Galileo, «Cuál es y cuál debería ser el papel de la cultura científica en la sociedad moderna», septiembre de 1964
Estamos al principio mismo del tiempo para la especie humana. No es poco razonable que tratemos de resolver los problemas. Pero hay decenas de miles de años en el futuro. Nuestra responsabilidad es hacer lo que podamos, mejorar las soluciones, y transmitirlas.
– «El valor de la ciencia», diciembre de 1955
A menudo he planteado la hipótesis de que en último término la física no precisará un enunciado matemático, que al final se revelará el mecanismo, y que las leyes resultarán ser sencillas, como el tablero de ajedrez con todas sus complejidades aparentes.
– The Character of Physical Law, pp. 57-58
La gente, en el pasado, en la pesadilla de su época, tenía sueños para el futuro. Y ahora que el futuro se ha materializado, vemos que de muchas maneras los sueños se han visto superados, pero en más maneras todavía hay muchos de nuestros sueños de hoy en día que son muy parecidos a los sueños de la gente del pasado.
– Simposio Galileo, «Cuál es y cuál debería ser el papel de la cultura científica en la sociedad moderna», septiembre de 1964
De modo que hay muchas cosas que pasan de una ciencia a la otra, y la cosa más importante que pasa es el carácter de la ciencia, el carácter crítico. Es en gran, gran medida lo mismo. Las fuentes de suciedad y las fuentes de error son físicamente diferentes. Pero todavía puedes hacerte una idea: ¿tiene sentido, o no tiene sentido?
– Entrevista con Charles Weiner, 28 de junio de 1966, Biblioteca y Archivos de Niels Bohr en el Centro para la Historia de la Física
El futuro siempre es incierto. ¿Hay un futuro?
– Notas personales
Hay unos cuantos jóvenes que esperan ser físicos teóricos y que obtendrían inspiración de adoptar esta actitud: «Estos tipos no saben de qué diablos han estado hablando todos estos años, ni siquiera han podido resolver el problema más sencillo. Voy a mostrarles cómo hacerlo». Esto es bueno, esto podría ocurrir.
– Conferencia sobre partículas en Caltech, 1973
Una vez tuve un libro de cálculo que decía: «Lo que un necio puede hacer, otro también lo hará». Lo que hemos sido capaces de descubrir acerca de la naturaleza puede parecerle abstracto y amenazador a quien no la haya estudiado, pero fueron necios los que lo hicieron, y en la próxima generación, todos los necios lo entenderán.
– Entrevista en Omni, febrero de 1979
Cada generación que descubre algo a partir de su experiencia debe transmitirlo, pero ha de transmitirlo con un equilibrio delicado de respeto y falta de respeto, de manera que la raza que ahora es consciente de la enfermedad en la que puede caer no inflija sus errores de manera demasiado rígida a su juventud, sino que transmita la sabiduría acumulada, más la sabiduría que quizá no sea sabiduría.
– Conferencia en el 14.º Congreso Nacional de la Asociación de Profesores de Ciencias, «¿Qué es la ciencia?», abril de 1966
Si uno estuviera andando a través de un edificio para ir de un lado al otro y no hubiera alcanzado todavía la puerta, podría aducir: «Mirad, hemos estado andando a través de este edificio, y no hemos alcanzado la puerta; por lo tanto, no hay una puerta en el otro extremo». Me parece que hemos estado andando a través de un edificio, pero no sabemos si es un edificio infinito o un edificio finito, de modo que todavía existe la posibilidad de una solución final. Una cosa que ocurriría, pienso, si se encontrara una solución final sería el deterioro en la filosofía de la ciencia.
– Centenario del MIT, «Conferencia de nuestra época», diciembre de 1961
Mi hijo es así, también, aunque tiene unos intereses mucho más amplios que los que yo tenía a su edad. Le interesa la magia, la programación informática, la historia de la iglesia primitiva, la topología... ¡Oh!, le espera una época terrible, porque hay tantísimas cosas interesantes.
– Entrevista en Omni, febrero de 1979
Honrando a Richard Feynman
Cortesía de Michelle Feynman y Carl Feynman.
Fue la mente más original de su generación.
– Freeman Dyson, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, New York Times, 17 de febrero de 1988
Es el físico teórico más creativo de su época, y un verdadero genio. Con su creatividad única tocó casi todos los campos de la física.
– Sidney D. Drell, antiguo presidente de la Sociedad Física Americana, New York Times, 17 de febrero de 1988
En ciencia, al igual que en otros campos del empeño humano, hay dos tipos de genios: los «ordinarios» y los «magos». Un genio ordinario es un tipo al que tanto usted como yo nos pareceríamos si fuéramos muchas veces mejores. No hay ningún misterio en cómo funciona su mente. Una vez que entendemos lo que ha hecho, estamos seguros de que también nosotros lo podríamos haber hecho. Con los magos es diferente... Incluso después de que comprendemos lo que han hecho, es completamente oscuro... Richard Feynman es un mago del mayor calibre.
– Marc Kac, Enigmas of Chance, pág. xxv
C. P. Snow describió a Feynman «como si Groucho Marx representara de pronto a un gran científico».
– «El culto de Richard Feynman», Los Angeles Times Magazine, 2 de diciembre de 2001
Dejaría todo lo que estuviera haciendo para oírle dar una conferencia en el sistema de alcantarillado municipal.
– David Mermin, de la Universidad de Cornell, citado en Feynman Lectures on Computation, editado por Tony Hey
Dick hizo un esfuerzo consciente para considerar los problemas desde un punto de vista diferente. Era deliberado.
– Thomas A. Tombrello, entrevistado por Heidi Aspaturian, diciembre de 2010, Archivos de Historia Oral de Caltech
Estoy pensando cómo medir lo inteligente que era Feynman, porque no era ningún tipo de inteligente estándar. Era su manera de ver el mundo de manera oblicua, e intentaba llegar ahí de manera deliberada. Pienso que trabajó de forma realmente dura en ello y lo consiguió de maneras maravillosas.
– Thomas A. Tombrello, entrevistado por Heidi Aspaturian, diciembre de 2010, Archivos de Historia Oral de Caltech
Bueno, Dick Feynman reinventó la rueda, pero resultó ser una rueda mucho mejor.
– Valentine L. Telegdi, entrevistada por Sara Lippincott, marzo de 2002, Archivos de Historia Oral de Caltech
Feynman no fue un teórico de teóricos, sino un físico de físicos y un maestro de maestros.
– Valentine L. Telegdi, Physics Today, febrero de 1989
Es un segundo Dirac, solo que en este caso humano.
– Eugene Wigner, citado por Robert Oppenheimer en una carta al profesor Raymond Birge, noviembre de 1943, Universidad de California, Berkeley
Un hombre honesto, la persona intuitiva más espectacular de nuestra época, y un ejemplo básico de lo que puede haber en reserva para quienquiera que se atreva a seguir el ritmo de un tambor diferente.
– Julian Schwinger, Physics Today, febrero de 1989
Conocí un poco a Feynman, y diré que Feynman podía hacer en un día lo que cien John Rigdens nunca podrían hacer. Nunca podrían.
– John Rigden, entrevistado por el Dr. Dudley Herschbach, Instituto Americano de Física, 2003
Tenía una gran reputación. Ya se le presentaba como aquel tipo inteligentísimo de Princeton que lo sabía todo. Y lo sabía todo, ¿sabe usted
? Resolvía problemas para nosotros, así de simple.
– Philip Morrison, entrevistado por Charles Weiner, Instituto Americano de Física, 1967
Puedes hablar con Feynman y sus respuestas son precisas y del tipo que un físico experimental puede entender, o al menos piensa que entiende.
– Carl Anderson, entrevistado por Harriett Lyle, Archivos de Historia Oral de Caltech, 1979
Cuando Dick se enfrentaba a un problema de matemáticas, era tremendamente intuitivo. Encontraba maneras de resolver el problema, o de demostrar algo que había conjeturado que era cierto. Estas maneras eran muy originales y por lo general eran consideradas completamente heterodoxas por la comunidad de matemáticos. Pero funcionaban. Comprendía lo bastante bien las matemáticas para inventar nuevas matemáticas que eran intrínsecamente correctas. No cometía equivocaciones; es solo que desarrollaba maneras nuevas de hacer las cosas que encajaban con su experiencia, y conseguía resultados que a veces a otras personas les costaba tiempo comprender cómo los había conseguido.
– Charles A. Barnes, entrevistado por Heidi Aspaturian, Archivos de Historia Oral de Caltech, julio-agosto de 1987
Antes de viajar a Suecia para recibir el premio Nobel, dictó una conferencia absolutamente maravillosa para la gente local en el campus, en el pequeño teatro (Culbertson) que entonces había en el campus. Era un edificio pequeño y bonito, con una capacidad de dos o trescientas personas, me parece. Estábamos fascinados mientras Dick exponía de manera muy clara y extremadamente modesta, típica de Dick Feynman, de cómo había llegado a la posición que finalmente acabó con que lo invitaran a Suecia para recibir el premio Nobel. Explicó que la manera en que llegó a poder formular sus reglas para la electrodinámica cuántica era resolviendo todos los problemas difíciles de electrodinámica cuántica que la gente le proponía.
– Charles A. Barnes, entrevistado por Heidi Aspaturian, Archivos de Historia Oral de Caltech, julio-agosto de 1987
Pero siempre que Dick iba a algún lugar para discutir las dificultades con la que entonces era la teoría estándar, invitaba a la gente a que trabajara en problemas que él no había podido resolver o solo había resuelto con una enorme dificultad. Los problemas que eran particularmente importantes para él eran los que otras personas habían resuelto, pero solo con una gran dificultad. Considerando dichos problemas y aprendiendo a resolverlos mediante sus propios métodos, Dick desarrolló su propio conjunto de reglas.
– Charles A. Barnes, entrevistado por Heidi Aspaturian, Archivos de Historia Oral de Caltech, julio-agosto de 1987
Recuerdo que Richard Feynman decía: «Nunca pude imaginar qué es lo que todos estos otros tipos hacían, de modo que lo hice a mi manera». Y, ¿sabe usted?, parafraseando a Frost, esto suponía toda la diferencia con Dick.
– Thomas A. Tombrello, entrevistado por Heidi Aspaturian, diciembre de 2010, Archivos de Historia Oral de Caltech
Realmente, una de las personas más originales en Caltech.
– Thomas A. Tombrello, entrevistado por Heidi Aspaturian, diciembre de 2010, Archivos de Historia Oral de Caltech
Con Dick, se producía el efecto Feynman. Es como el efecto del restaurante chino: diez minutos después de cenar, vuelves a tener hambre. Con Dick, la conferencia era tan clara que dejabas de tomar apuntes. Y después, diez minutos después de la conferencia, ¡no la podías reproducir! Recuerdo cuando Matt Sands y Leighton, gente como esta, tomaban notas de las conferencias de Feynman en las clases de física de primer año. A menudo se daban cuenta, al final de una charla, que no podían reproducirla. Tenían fotografías de la pizarra. Habían registrado lo que Feynman decía. Aun así, había algo escurridizo en todo ello. No digo que estuviera equivocado o que fuera incompleto. Era sutil. Y no te dabas cuenta de la sutileza, porque era muy leve, se hacía de una manera muy bella. Era una obra de arte. Pero constantemente tenías que ser consciente del hecho de que debido a que Dick hacía que pareciera tan sencillo, pasabas por alto cosas fundamentales. El efecto Feynman. Era muy interesante.
– Thomas A. Tombrello, entrevistado por Heidi Aspaturian, diciembre de 2010, Archivos de Historia Oral de Caltech
Tuve una interacción muy extraña con Feynman. Estábamos discutiendo algo y me dijo: «Si no sé absolutamente nada sobre esto, no digo que sé algo sobre esto». Y lo dijo de manera muy amistosa. No te ofendes por ello.
– Samuel Epstein, entrevistado por Carol Bugé, Archivos de Historia Oral de Caltech, diciembre de 1985-enero de 1986
Hacía que la persona con la que hablaba se sintiera fascinante e ingeniosa, y que de pronto sintiera que podía hacer física de alto nivel. Y te escuchaba de una manera maravillosa.
– Jenijoy La Belle, entrevistada por Heidi Aspaturian, Archivos de Historia Oral de Caltech, febrero-mayo de 2008, abril de 2009
Los estudiantes lo consideraban su santo patrón en Caltech, [y la reputación] era bien merecida.
– Steven C. Frautschi, entrevistado por Shirley K. Cohen, Archivos de Historia Oral de Caltech, junio de 2003
Recuerdo esta anécdota de Feynman. Lo llamaron y le dijeron: «Ha ganado usted el premio Einstein». Feynman dijo: «Bien, ¿y qué es esto?». Y le dijeron: «Bueno, son 15.000 dólares. ¿Tiene usted algo que decir?». Dijo: «¡Perrito caliente!».
– Seymour Benzer, entrevistado por Heidi Aspaturian, Archivos de Historia Oral de Caltech, septiembre de 1990-febrero de 1991
Yo no conocía muy bien a Feynman. Lo conocía lo bastante bien para llamarlo Dick, pero esto era casi todo; no teníamos mucha interacción. Le dije: «Dick, ¿qué tiene de especial el centro de la galaxia? ¿Por qué hemos de ver algo como esto? ¿Hay algo especial en ello?». Estaba de pie aquí y miraba esto de aquí abajo [mapa en el suelo]. Me dijo: «Aquí es donde vive Dios».
– James A. Westphal, entrevistado por Shirley K. Cohen, Archivos de Historia Oral de Caltech, julio de 1998
Tuvo un enorme impacto en mí, no solo desde el punto de vista intelectual, sino por su manera de buscar la verdad. Todas estas cosas subyacentes que lo impulsaban (no solo lo inteligente que era) tuvieron una influencia realmente grande en mí.
– Barry C. Barish, entrevistado por Shirley K. Cohen, Archivos de Historia Oral de Caltech, julio de 1998
Feynman es una persona muy exuberante y muy extrovertida, realmente. La vida es solo felicidad para él, aunque haya tenido todos estos problemas médicos. Es fundamentalmente una persona feliz.
– Hans A. Bethe, entrevistado por Judith R. Goodstein, Archivos de Historia Oral de Caltech, febrero de 1982
Lo que siempre me impresionó de Dick es que le podías hacer una pregunta, y si no era una buena pregunta, la tomaba y le daba la vuelta y contestaba quizá con otra pregunta que era una pregunta buena. Aprendías muchísimo con él.
– Alvin V. Tollenstrup, entrevistado por David A. Valone, Archivos de Historia Oral de Caltech, diciembre de 1994
Y estas áreas nuevas; cuando yo era un estudiante universitario, nadie hacía mecánica cuántica, excepto estudiantes de doctorado superavanzados. Primero tenían que aprender toda suerte de mecánica hamiltoniana sofisticada y todo tipo de cosas, entonces era duro. Tenías que pasar por todas estas tonterías antes de poder esperar siquiera empezar con la mecánica cuántica... Richard Feynman, entre otras personas, demostró que no tenías que pasar por todas estas otras cosas. Simplemente, empiezas a hablar acerca de mecánica cuántica y los chicos lo acogen con entusiasmo.
– David S. Wood, entrevistado por Shirley K. Cohen, Archivos de Historia Oral de Caltech, mayo de 1994
Aquí, el profesorado y los estudiantes son, en muchos aspectos, muy parecidos. Esto empecé a aprenderlo gradualmente en aquellos días de la posguerra, cuando aquí todos eran nuevos o empezaban de nuevo después de la guerra. Los estudiantes, desde luego, en un cierto sentido copian al profesorado, porque los profesores son modelos a imitar por ellos. Dick Feynman es el gran ejemplo. Todos lo quieren, y por buenas razones.
– Rodman W
. Paul, entrevistado por Carol Bugé, Archivos de Historia Oral de Caltech, febrero de 1982
Una conferencia del Dr. Feynman es realmente un raro obsequio. En humor y dramatismo, suspense e interés suele rivalizar con las obras teatrales de Broadway. Y, por encima de todo, crepita de claridad. Si la física es la «melodía» de fondo de la ciencia, entonces el Dr. Feynman es su trovador más lúcido.
– Irving Bengelsdorf, editor científico de The Los Angeles Times, 1967
Cuando alguien gana un premio Nobel, este es probablemente uno de los principales problemas que tiene el presidente de la división: intentar retener a las mejores personas de la facultad, e intentar gestionar las ofertas que continuamente les hacen. Y si obtienen un premio Nobel, esto no ayuda a resolver el problema. Excepto, quiero decirlo, en el caso de Feynman, que decía que ya había tomado una decisión; le gusta Caltech y quiere permanecer aquí, no importa qué ofertas le hagan (y puede estar seguro de que le han llovido de casi cualquier lugar del mundo).
Richard P. Feynman. La física de las palabras Page 28