Residence on Earth (New Directions Paperbook)
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Estación invencible! En los lados del cielo un pálido cierzo se acumulaba, un aire desteñido e invasor, y hacia todo lo que los ojos abarcaban, como una espesa leche, como una cortina endurecida existía, continuamente. De modo que el ser se sentía aislado, sometido a esa extraña substancia, rodeado de un cielo proximo, con el mástil quebrado frente a un litoral blanquecino, abandonado de lo sólido, frente a un transcurso impenetrable y en una casa de niebla. Condenación y horror! De haber estado herido y abandonado, o haber escogido las arañas, el luto y la sotana. De haberse emboscado, fuertemente ahito de este mundo, y de haber conver-sado sobre esfinges y oros y fatídicos destinos. De haber amarrado la ceniza al traje cotidiano, y haber besado el origen terrestre con su sabor a olvido. Pero no. No.
Materias frías de la lluvia que caen sombríamente, pesares sin resur-rección, olvido. En mi alcoba sin retratos, en mi traje sin luz, cuánta cabida eternamente permanece, y el lento rayo recto del día cómo se condensa hasta llegar a ser una sola gota oscura.
Movimientos tenaces, senderos verticales a cuya flor final a veces se asciende, compañías suaves o brutales, puertas ausentes! Como cada día un pan letárgico, bebo de una agua aislada!
Aúlla el cerrajero, trota el caballo, el caballejo empapado en lluvia, y el cochero de largo látigo tose, el condenado! Lo demás, hasta muy largas distancias, permanece inmóvil, cubierto por el mes de junio, y sus vegetaciones mojadas, sus animales callados, se unen como olas. Sí, qué mar de invierno, qué dominio sumergido trata de sobrevivir, y, aparente-mente muerto, cruza de largos velámenes mortuorios esta densa superficie?
A menudo, de atardecer acaecido, arrimo la luz a la ventana, y me miro, sostenido por maderas miserables, tendido en la humedad como un ataád envejecido, entre paredes bruscamente débiles. Sueño, de una ausencia a otra, y a otra distancia, recibido y amargo.
THE UNINHABITED ONE
Invincible season! At the sides of the sky a pallid north wind gathered, a faded and invading air, and toward everything that the eyes embraced, a kind of thick milk, like a stiffened curtain, existed continually. So that the person felt himself isolated, subjected to that strange substance, surrounded by a nearby sky, with the broken mast facing a whitish shore, abandoned by solidity, facing an impenetrable passage of time and in a house of mist. Damnation and horror! If he had been wounded and abandoned, or had chosen cobwebs, mourning, and cassock. If he had hidden away, thoroughly surfeited with this world, and if he had conversed about sphinxes and diamonds and fateful destinies. If he had lashed the ashes to the daily suit and kissed the terrestrial origin with its taste of oblivion. But no. No.
Cold substances from the rain that fall somberly, troubles without resurrection, oblivion. In my bedroom without portraits, in my undecorated suit, how much space eternally remains, and the slow straight ray of day, how it condenses until it becomes a single dark drop.
Tenacious movements, vertical paths to whose final flower one ascends at times, gentle or brutal companies, absent doors! I eat every day a lethargic bread, I drink of an isolated water!
The locksmith howls, the horse trots, the rain-soaked nag, and the long-whipped coachman coughs, the rascal! The rest of it, up to very long distances, remains immobile, covered by the month of June, and its wet vegetations, its silent animals, unite like waves. Yes, what winter sea, what submerged domain tries to survive, and, apparently dead, crosses with long mortuary sails this dense surface?
Often, when night has fallen, I bring the light to the window and I look at myself, supported by miserable boards, stretched out in the dampness like an aged coffin, between walls brusquely feeble. I dream, from one absence to another, and at another distance, welcomed and bitter.
EL JOVEN MONARCA
Como continuación de lo leído y precedente de la página que sigue debo encaminar mi estrella al territorio amoroso.
Patria limitada por dos largos brazos cálidos, de larga pasión paralela, y un sitio de oros defendidos por sistema y matemática ciencia guerrera. Sí, quiero casarme con la más bella de Mandalay, quiero encomendar mi envoltura terrestre a ese ruido de la mujer cocinando, a ese aleteo de falda y pie desnudo que se mueven y mezclan como viento y hojas.
Amor de niña de pie pequeño y gran cigarro, flores de ámbar en el puro y cilíndrico peinado, y de andaren peligro, como un lirio de pesada cabeza, de gruesa consistencia.
Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor tan venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey.
Su enrollado cabello negro entonces beso, y su pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, desencadenado su molino, escucho a mi tigre y lloro a mi ausente.
THE YOUNG MONARCH
As a continuation of what has been read and preceding from the following page, I must direct my star to amorous territory.
Fatherland limited by two long warm arms, of long parallel passion, and a place of diamonds defended by system and mathematical warlike science. Yes, I want to marry the most beautiful woman in Mandalay, I want to entrust my earthly wrapping to that noise of the woman cooking, to that fluttering of skirt and bare foot that move and mix like wind and leaves.
A lovely girl with little feet and a big cigar, amber flowers in her pure and cylindrical hair, and living dangerously like a heavy-headed lily of thick consistency.
And my wife at my shore, at the side of my murmur so farfetched, my Burmese wife, daughter of the king.
Her coiled black hair I then kiss, and her sweet and perpetual foot; and night already near, its mill unchained, I listen to my tiger and I weep for my absent one.
ESTABLECIMIENTOS NOCTURNOS
Difícilmente llamo a la realidad, como el perro, y también aúllo. Cómo amaría establecer el diálogo del hidalgo y el barquero, pintar la jirafa, describir los acordeones, celebrar mi musa desnuda y enroscada a mi cintura de asalto y resistencia. Así es mi cintura, mi cuerpo en general, una lucha despierta y larga, y mis riñones escuchan.
Oh Dios, cuántas ranas habituadas a la noche, silbando y roncando con gargantas de seres humanos a los cuarenta años, y qué angosta y sideral es la curva que hasta lo más lejos me rodea! Llorarían en mi caso los cantores italianos, los doctores de astronomía ceñidos por esta alba negra, definidos hasta el corazón por esta aguda espada.
Y luego esa condensación, esa unidad de elementos de la noche, esa suposición puesta detrás de cada cosa, y ese frío tan claramente sostenido por estrellas.
Execración para tanto muerto que no mira, para tanto herido de alcohol o infelicidad, y loor al nochero, al inteligente que soy yo, sobreviviente adorador de los cielos.
NOCTURNAL ESTABLISHMENTS
With difficulty I call to reality, like the dog, and I too howl. How I would like to establish the dialogue of the nobleman and the boatman, to paint the giraffe, to describe the accordions, to pay tribute to my muse naked and coiled about my attack-and-resistance girdle. Thus is my girdle, my body in general, a long and wide-awake struggle, and my kidneys listen.
Oh God, how many frogs accustomed to the night, whistling and snoring with throats of forty-year-old human beings, and how narrow and sidereal is the curve that up to the farthest point surrounds me! Italian singers would weep for my case, doctors of astronomy girded by this black dawn, defined to the heart by this sharp sword.
And then that condensation, that unity of night’s elements, that supposition placed behind each thing, and that cold so clearly upheld by stars.
Execration for so many dead who do not look, for so many wounded by alcohol or misfortune, and praise for the night watcher, the intelligent one like me, surviving worshiper of the heavens.
ENTIERRO EN EL ESTE
Yo trabajo de noche, rodeado de ciudad,
de pescadores, de alfareros, de difuntos quemados
con azafrán y frutas, envueltos en muselina escarlata:
bajo mi balcón esos muertos terribles
pasan sonando cadenas y flautas de cobre,
estridentes y finas y lúgubres silban
entre el
color de las pesadas flores envenenadas
y el grito de los cenicientos danzarines
y el creciente monótono de los tamtam
y el humo de las maderas que arden y huelen.
Porque una vez doblado el camino, junto al turbio río,
sus corazones, detenidos o iniciando un mayor movimiento,
rodarán quemados, con la pierna y el pie hechos fuego,
y la trémula ceniza caerá sobre el agua,
flotará como ramo de flores calcinadas
o como extinto fuego dejado por tan poderosos viajeros
que hicieron arder algo sobre las negras aguas,
y devoraron
un aliento desaparecido y un licor extremo.
BURIAL IN THE EAST
I work at night, surrounded by the city,
by fishermen, by potters, by corpses burned
with saffron and fruits, wrapped in scarlet muslin:
beneath my balcony those terrible dead men
pass clanking chains and copper flutes,
strident and fine and mournful they whistle
amid the color of the heavy poisoned flowers
and the shout of the ashen dancers
and the growing monotony of the tom-toms
and the smoke of the wood that burns and smells.
Because once around the bend, next to the turbid river,
their hearts, stopped or starting a greater movement,
will roll burned, with leg and foot on fire,
and the trembling ash will fall upon the water,
it will float like a bunch of burned flowers
or like a dead fire left by travelers so powerful
that they made something burn upon the black waters
and devoured
a vanished breath and an extreme unction.
III
CABALLERO SOLO
Los jóvenes homosexuales y las muchachas amorosas,
y las largas viudas que sufren el delirante insomnio,
y las jóvenes señoras preñadas hace treinta horas,
y los roncos gatos que cruzan mi jardín en tinieblas,
como un collar de palpitantes ostras sexuales
rodean mi residencia solitaria,
como enemigos establecidos contra mi alma,
como conspiradores en traje de dormitorio
que cambiaran largos besos espesos por consigna.
El radiante verano conduce a los enamorados
en uniformes regimientos melancólicos,
hechos de gordas y flacas y alegres y tristes parejas:
bajo los elegantes cocoteros, junto al océano
y la luna,
hay una continua vida de pantalones y polleras,
un rumor de medias de seda acariciadas,
y senos femeninos que brillan como ojos.
El pequeño empleado, después de mucho,
después del tedio semanal, y las novelas leídas de noche
en cama,
ha definitivamente seducido a su vecina,
y la lleva a los miserables cinematógrafos
donde los héroes son potros o príncipes apasionados,
y acaricia sus piernas llenas de dulce vello
con sus ardientes y húmedas manos que huelen a cigarrillo.
Los atardeceres del seductor y las noch.es de los esposos
se unen como dos sábanas sepultándome,
y las horas después del almuerzo en que los jóvenes estudiantes
y las jóvenes estudiantes,
y los sacerdotes se masturban,
y los animales fornican directamente,
y las abejas huelen a sangre,
y las moscas zumban coléricas,
y los primos juegan extrañamente con sus primas,
y los médicos miran con furia al marido de la
joven paciente,
y las horas de la mañana en que el profesor, como por descuido,
cumple con su deber conyugal y desayuna,
y más aún, los adúlteros, que se aman con verdadero amor
sobre lechos altos y largos como embarcaciones:
seguramente, eternamente me rodea
este gran bosque respiratorio y enredado
con grandes flores como bocas
y dentaduras y negras raíces en forma de uñas y zapatos.
III
SINGLE GENTLEMAN
The homosexual young men and the amorous girls,
and the long widows who suffer from delirious insomnia,
and the young wives thirty hours pregnant,
and the raucous cats that cross my garden in the dark,
like a necklace of throbbing sexual oysters,
they surround my solitary residence,
like enemies established against my soul,
like conspirators in night clothes
who had exchanged long thick kisses by command.
The radiant summer leads the loved ones
in uniform melancholy regiments,
made of fat and skinny and happy and sad couples:
beneath the elegant cocoanut trees, next to the ocean
and the moon,
there is a continuous life of trousers and skirts,
a rustle of stroked silk stockings,
and feminine breasts that shine like eyes.
The little employee, after quite a while,
after the weekly tedium, and the novels read in bed
at night,
has definitively seduced his neighbor,
and takes her to miserable movies
where the heroes are colts or passionate princes,
and he strokes her legs covered with soft down,
with his ardent moist hands that smell of cigarettes.
The twilights of the seducer and the nights of the spouses
unite like two sheets burying me,
and the hours after lunch when the young men students
and the young women students and the priests masturbate,
and the animals fornicate directly,
and the bees smell of blood,
and the flies buzz angrily,
and boy cousins play strangely with their girl cousins,
and the doctors look furiously at the husband of the
young patient,
and the morning hours when the teacher absentmindedly
fulfills his conjugal duty and has breakfast,
and still more, the adulterers, who love each other with true love
upon beds as lofty and lengthy as ships;
I am securely and eternally surrounded by
this great respiratory and entangled forest
with huge flowers like mouths and teeth
and black roots shaped like fingernails and shoes.
RITUAL DE MIS PIERNAS
Largamente he permanecido mirando mis largas piernas,
con ternura infinita y curiosa, con mi acostumbrada pasión,
como si hubieran sido las piernas de una mujer divina
profundamente sumida en el abismo de mi tórax:
y es que la verdad cuando el tiempo, el tiempo pasa sobre la tierra,
sobre el techo, sobre mi impura cabeza,
y pasa, el tiempo pasa, y en mi lecho no siento de noche que una
mujer está respirando, durmiendo desnuda y a mi lado,
entonces extrañas, oscuras cosas toman el lugar de la ausente,
viciosos, melancólicos pensamientos
siembran pesadas posibilidades en mi dormitorio,
y así, pues, miro mis piernas como si pertenecieran a
otro cuerpo,
y fuerte y dulcemente estuvieran pegadas a mis entrañas.
Como tallos o femeninas, adorables cosas,
desde las rodillas suben, cilíndricas y espesas,
con turbado y compacto material de existencia:
como brutales, gruesos brazos de diosa,
como árboles monstruosamente vestidos de seres humanos,
como fatales, inmensos
labios sedientos y tranquilos,
son allí la mejor parte de mi cuerpo:
lo enteramente substancial, sin complicado contenido
de sentidos o tráqueas o intestinos o ganglios:
nada, sino lo puro, lo dulce y espeso de mi
propia vida,
nada, sino la forma y el volumen existiendo,
guardando la vida, sin embargo, de una manera completa.
Las gentes cruzan el mundo en la actualidad
sin apenas recordar que poseen un cuerpo y en él la vida,
y hay miedo, hay miedo en el mundo de las palabras que designan
el cuerpo,
y se habla favorablemente de la ropa,
de pantalones es posible hablar, de trajes,
y de ropa interior de mujer (de medias y ligas de “señora”),
como si por las calles fueran las prendas y los trajes vacíos por
completo
y un oscuro y obsceno guardarropas ocupara el mundo.
Tienen existencia los trajes, color, forma, designio,
y profundo lugar en nuestros mitos, demasiado lugar,
demasiados muebles y demasiadas habitaciones hay en
el mundo
y mi cuerpo vive entre y bajo tantas cosas abatido,
con un pensamiento fijo de esclavitud y de cadenas.
Bueno, mis rodillas, como nudos,
particulares, funcionarios, evidentes,
separan las mitades de mis piernas en forma seca:
y en realidad dos mundos diferentes, dos sexos diferentes
no son tan diferentes como las dos mitades de mis piernas.
Desde la rodilla hasta el pie una forma dura,
mineral, fríamente útil, aparece,
una criatura de hueso y persistencia,
y los tobillos no son ya sino el propósito desnudo,
la exactitud y lo necesario dispuestos en definitiva.
Sin sensualidad, cortas y duras, y masculinas,