by Pablo Neruda
la envolveré en rodillas, en labios, en agujas,
la entraré con pulgadas de epidermis llorando
y presiones de crimen y pelos empapados.
La haré huir escapándose por uñas y suspiros
hacia nunca, hacia nada,
trepándose a la lenta médula y al oxígeno,
agarrándose a recuerdos y razones
como una sola mano, como un dedo partido
agitando una uña de sal desamparada.
Debe correr durmiendo por caminos de piel
en un país de goma cenicienta y ceniza,
luchando con cuchillos, y sábanas, y hormigas,
y con ojos que caen en ella como muertos,
y con gotas de negra materia resbalando
como pescados ciegos o balas de agua gruesa.
NUPTIAL SUBSTANCE
Standing like a cherry tree without bark or flowers,
special, burning, with veins and saliva,
and fingers and testicles,
I look at a girl of paper and moon,
horizontal, trembling and breathing and white
and her nipples like two separated ciphers,
and the rosy meeting of her legs where
her mound flutters with nocturnal eyelashes.
Pale, overflowing,
I feel words sink into my mouth,
words like drowned children,
and on we go and ships grow teeth,
and waters and breadth as if on fire.
I shall place her like a sword or a mirror,
and I shall open until death her fearful legs,
and I shall bite her ears and her veins,
and I shall make her retreat, her eyes closed
in a thick river of green semen.
I shall flood her with poppies and lightningbolts,
I shall wrap her in knees, in lips, in needles,
I shall enter her with inches of weeping epidermis
and pressures of crime and soaked hair.
I shall make her flee escaping through fingernails and sighs
toward never, toward nothing,
climbing up the slow marrow and the oxygen,
clutching memories and reasons
like a single hand, like a cleft finger
waving a fingernail of forsaken salt.
She must run sleeping along roads of skin
in a country of ashen gum and ashes,
struggling with knives, and sheets, and ants,
and with eyes that fall on her like dead men,
and with drops of black substance slipping
like blind fish or bullets of thick water.
AGUA SEXUAL
Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones,
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.
Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.
Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos èn el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.
Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.
Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.
Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro al mundo.
Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer un agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.
SEXUAL WATER
Rolling in big solitary raindrops,
in drops like teeth,
in big thick drops of marmalade and blood,
rolling in big raindrops,
the water falls,
like a sword in drops,
like a tearing river of glass,
it falls biting,
striking the axis of symmetry, sticking to the seams of the soul,
breaking abandoned things, drenching the dark.
It is only a breath, moister than weeping,
a liquid, a sweat, a nameless oil,
a sharp movement,
forming, thickening,
the water falls,
in big slow raindrops,
toward its sea, toward its dry ocean,
toward its waterless wave.
I see the vast summer, and a death rattle coming from a granary,
stores, locusts,
towns, stimuli,
rooms, girls
sleeping with their hands upon their hearts,
dreaming of bandits, of fires,
I see ships,
I see marrow trees
bristling like rabid cats,
I see blood, daggers, and women’s stockings,
and men’s hair,
I see beds, I see corridors where a virgin screams,
I see blankets and organs and hotels.
I see the silent dreams,
I accept the final days,
and also the origins, and also the memories,
like an eyelid atrociously and forcibly uplifted
I am looking.
And then there is this sound:
a red noise of bones,
a clashing of flesh,
and yellow legs like merging spikes of grain.
I listen among the smack of kisses,
I listen, shaken between gasps and sobs.
I am looking, hearing,
with half my soul upon the sea and half my soul upon the land,
and with the two halves of my soul I look at the world.
And though I close my eyes and cover my heart entirely,
I see a muffled waterfall,
in big muffled raindrops.
It is like a hurricane of gelatine,
like a waterfall of sperm and jellyfish.
I see a turbid rainbow form.
I see its waters pass across the bones.
IV TRES CANTOS MATERIALES
ENTRADA A LA MADERA
Con mi razón apenas,
con mis dedos, con lentas aguas lentas inundadas,
caigo al imperio de los nomeolvides,
a una tenaz atmósfera de luto,
a una olvidada sala decaída,
a un racimo de tréboles amargos.
Caigo en la sombra, en medio
de destruidas cosas,
y miro arañas, y a
paciento bosques
de secretas maderas inconclusas,
y ando entre húmedas fibras arrancadas
al vivo ser de substancia y silencio.
Dulce materia, oh rosa de alas secas,
en mi hundimiento tus pétalos subo
con pies pesados de roja fatiga,
y en tu catedral dura me arrodillo
golpeándome los labios con un ángel.
Es que soy yo ante tu color de mundo,
ante tus pálidas espadas muertas,
ante tus corazones reunidos,
ante tu silenciosa multitud.
Soy yo ante tu ola de olores muriendo,
envueltos en otoño y resistencia:
soy yo emprendiendo un viaje funerario
entre tus cicatrices amarillas:
soy yo con mis lamentos sin origen,
sin alimentos, desvelado, solo,
entrando a oscurecidos corredores,
llegando a tu materia misteriosa.
Veo mo verse tus corrientes secas,
veo crecer manos interrumpidas,
oigo tus vegetales oceánicos
crujir de noche y furia sacudidos,
y siento morir hojas hacia adentro,
incorporando materiales verdes
a tu inmovilidad desamparada.
Poros, vetas, círculos de dulzura,
peso, temperatura silenciosa,
flechas pegadas a tu alma caída,
seres dormidos en tu boca espesa,
polvo de dulce pulpa consumida,
ceniza llena de apagadas almas,
venid a mí, a mi sueño sin medida,
caed en mi alcoba en que la noche cae
y cae sin cesar como agua rota,
y a vuestra vida, a vuestra muerte asidme,
y a vuestros materiales sometidos,
a vuestras muertas palomas neutrales,
y hagamos fuego, y silencio, y sonido,
y ardamos, y callemos, y campanas.
IV THREE MATERIAL SONGS
ENTRANCE TO WOOD
Scarcely with my reason, with my fingers,
with slow waters slow inundated,
I fall into the realm of the forget-me-nots,
into a tenacious atmosphere of mourning,
into a forgotten, decayed room,
into a cluster of bitter clover.
I fall into the shadow, amid
destroyed things,
and I look at spiders, and I graze on thickets
of secret inconclusive woods,
and I walk among moist fibers torn
from the living being of substance and silence.
Gentle matter, oh rose of dry wings,
in my collapse I climb up your petals,
my feet heavy with red fatigue,
and in your harsh cathedral I kneel
beating my lips with an angel.
I am the one facing your worldly color,
facing your pale dead swords,
facing your united hearts,
facing your silent multitude.
I am the one facing your wave of dying fragrances,
wrapped in autumn and resistance:
I am the one undertaking a funereal voyage
among your yellow scars:
I am the one with my sourceless laments,
foodless, abandoned, alone,
entering darkened corridors,
reaching your mysterious substance.
I see your dry currents move,
I see interrupted hands grow,
I hear your oceanic vegetation
rustle shaken by night and fury,
and I feel leaves dying inward,
joining green substances
to your forsaken immobility.
Pores, veins, circles of sweetness,
weight, silent temperature,
arrows piercing your fallen soul,
beings asleep in your thick mouth,
powder of sweet consumed pulp,
ashes filled with extinguished souls,
come to me, to my measureless dream,
fall into my bedroom where night falls
and endlessly falls like broken water,
and bind me to your life and to your death,
and to your docile substances,
to your dead neutral doves,
and let us make fire, and silence, and sound,
and let us burn, and be silent, and bells.
APOGEO DEL APIO
Del centro puro que los ruidos nunca
atravesaron, de la intacta cera,
salen claros relámpagos lineales,
palomas con destino de volutas,
hacia tardías calles con olor
a sombra y a pescado.
Son las venas del apio! Son la espuma, la risa,
los sombreros del apio!
Son los signos del apio, su sabor
de luciérnaga, sus mapas
de color inundado,
y cae su cabeza de ángel verde,
y sus delgados rizos se acongojan,
y entran los pies del apio en los mercados
de la mañana herida, entre sollozos,
y se cierran las puertas a su paso,
y los dulces caballos se arrodillan.
Sus pies cortados van, sus ojos verdes
van derramados, para siempre hundidos
en ellos los secretos y las gotas:
los túneles del mar de donde emergen,
las escaleras que el apio aconseja,
las desdichadas sombras sumergidas,
las determinaciones en el centro del aire,
los besos en el fondo de las piedras.
A medianoche, con manos mojadas,
alguien golpea mi puerta en la niebla,
y oigo la voz del apio, voz profunda,
áspera voz de viento encarcelado,
se queja herido de aguas y raíces,
hunde en mi cama sus amargos rayos,
y sus desordenadas tijeras me pegan en el pecho
buscéndome la boca del corazón ahogado.
Qué quieres, huésped de corsé quebradizo,
en mis habitaciones funerales?
Qué ámbito destrozado te rodea?
Fibras de oscuridad y luz llorando,
ribetes ciegos, energías crespas,
río de vida y hebras esenciales,
verdes ramas de sol acariciado,
aquí estoy, en la noche, escuchando secretos,
desvelos, soledades,
y entréis, en medio de la niebla hundida,
hasta crecer en mí, hasta comunicarme
la luz oscura y la rosa de la tierra.
THE APOGEE OF CELERY
From the pure center that the noises never
crossed, from the intact wax,
come clear, lineal lightningflashes,
doves with a bent for spirals,
toward tardy streets with a smell
of shadows and fish.
They are the celery veins! They are the foam, the laughter,
the celery hats!
They are the celery signs, its taste
of glowworm, its maps
of flooded color,
and its green angel head falls,
and its thin curls grieve,
and the celery feet enter the markets
of the wounded morning, amid sobs,
and doors are closed as they pass,
and the gentle horses kneel.
Their cut feet go, their green eyes
go spilt, forever sunk
in them the secrets and the drops:
the tunnels of the sea from which they emerge,
the stairways that the celery advises,
the unfortunate submerged shadows,
the decisions in the center of the air,
the kisses at the bottom of the stones.
At midnight, with wet hands,
someone knocks at my door in the fog,
and I hear the celery voic
e, a deep voice,
a harsh voice of imprisoned wind,
it laments wounded by waters and roots,
it sinks into my bed its bitter rays,
and its disorderly scissors stick me in the chest
seeking in me the mouth of the drowned heart.
What do you wish, guest with fragile corset,
in my funereal rooms?
What destroyed ambit surrounds you?
Fibers of darkness and weeping light,
blind embellishments, curly energies,
river of life and essential fibers,
green branches of cherished sun,
here I am, in the night, listening to secrets,
wakefulness, solitudes,
and you enter, amid the sunken fog,
until you grow in me, until you reveal to me
the dark light and the rose of the earth.
ESTATUTO DEL VINO
Cuando a regiones, cuando a sacrificios
manchas moradas como lluvias caen,
el vino abre las puertas con asombro,
y en el refugio de los meses vuela
su cuerpo de empapadas alas rojas,
Sus pies tocan los muros y las tejas
con humedad de lenguas anegadas,
y sobre el filo del día desnudo
sus abejas en gotas van cayendo.
Yo sé que el vino no huye dando gritos
a la llegada del invierno,
ni se esconde en iglesias tenebrosas
a buscar fuego en trapos derrumbados,
sino que vuela sobre la estación,
sobre el invierno que ha llegado ahora
con un puñal entre las cejas duras.
Yo veo vagos sueños,
yo reconozco lejos,
y miro frente a mí, detrás de los cristales,
reuniones de ropas desdichadas.
A ellas la bala del vino no llega,
su amapola eficaz, su rayo rojo
mueren ahogados en tristes tejidos,
y se derrama por canales solos,
por calles húmedas, por ríos sin nombre,
el vino amargamente sumergido,