The Poems of Octavio Paz
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is the cleft the splendor the whirl
No disappearances and appearances
Yes
the tree of names Real unreal
are words they are air nothing
Unreal speech
brings reality to silence Keeping still
is a strand of language Silence
seal scintilla
on the forehead
on the lips before it evaporates
Appearances and disappearances
Reality and its resurrections
Silence rests in speech
The spirit
is an invention of the body
The body
is an invention of the world
The world
is an invention of the spirit
NoYes
the unreality of the seen
transparency is all that remains
Your footsteps in the next room
the green thunder ripening
in the foliage of the sky You are naked
like a syllable like a flame
an island of flames
the passion of compassionate coals
The world a bundle of your images
drowned in music Your body
spilled on my body seen
dissolved brings reality to seeing
Delhi, July 23–September 25, 1966
* * * *
Blanco
[1966]
By passion the world is bound, Avec le seul object dont le
by passion too it is released. Néant s’honore.
The Hevajra Tantra Stéphane Mallarmé
el comienzo el cimiento
la simiente latente
la palabra en la punta de la lengua
inauditainaudible
impar
grávidanula
sin edad
la enterrada con los ojos abiertos
inocentepromiscua
la palabra
sin nombresin habla
Sube y baja,
escalera de escapulario,
el lenguaje deshabitado.
Bajo la piel de la penumbra
late una lámpara. Superviviente
entre las confusiones taciturnas, asciende
en un tallo de cobre resuelto
en un follaje de claridad: amparo
de caídas realidades. O dormido
o extinto, alto en su vara
(cabeza en una pica), un girasol
ya luz carbonizada sobre un vaso
de sombra. En la palma de una mano
ficticia, flor
ni vista ni pensada: oída,
aparece amarillo
cáliz de consonantes y vocales
incendiadas.
en el muro la sombra del fuego llama rodeada de leones
en el fuego tu sombra y la mía leona en el circo de las llamas
ánima entre las sensaciones
el fuego te desata y te anuda
Pan Grial Ascua frutos de luces de bengala
Muchacha los sentidos se abren
tú ríes—desnuda en la noche magnética
en los jardines de la llama
La pasión de la brasa compasiva
Un pulso, un insistir
oleaje de sílabas húmedas.
Sin decir palabra
obscurece mi frente
un presentimiento de lenguaje.
Patience patience
(Livingstone en la sequía)
river rising a little.
El mío es rojo y se agosta
entre sableras llameantes:
Castillas de arena, naipes rotos
y el jeroglífico (agua y brasa)
en el pecho de México caído.
Polvo soy de aquellos lodos.
Río de sangre, río de historias
de sangre, río seco:
boca de manantial
amordazado
por la conjuración anónima
de los huesos,
por la ceñuda peña de los siglos
y los minutos: el lenguaje
es una expiación, propiciación
al que no habla, emparedado,
cada día asesinado,
el muerto innumerable. Hablar
mientras los otros trabajan
es pulir huesos, aguzar
silencios hasta la transparencia,
hasta la ondulación, el cabrilleo,
hasta el agua:
los ríos de tu cuerpo el río de los cuerpos
país de latidos astros infusorios reptiles
entrar en ti torrente de cinabrio sonámbulo
país de ojos cerrados oleaje de las genealogías
agua sin pensamientos juegos conjugaciones juglarías
entrar en mí subyecto y obyecto abyecto y absuelto
al entrar en tu cuerpo río de soles
país de espejos en vela las altas fieras de la piel luciente
país de agua despierta rueda el río seminal de los mundos
en la noche dormida el ojo que lo mira es otro río
me miro en lo que miro es mi creación esto que veo
como entrar por mis ojos la percepción es concepción
en un ojo más límpido agua de pensamientos
me mira lo que miro soy la creación de lo que veo
delta de brazos del deseo agua de verdad
en un lecho de vértigos verdad de agua
La transparencia es todo lo que queda
Paramera abrasada
del amarillo al encarnado
la tierra es un lenguaje calcinado.
Hay púas invisibles, hay espinas
en los ojos. En un muro rosado
tres buitres ahítos.
No tiene cuerpo ni cara ni alma,
está en todas partes,
a todos nos aplasta: este sol es injusto.
La rabia es mineral. Los colores
se obstinan. Se obstina el horizonte.
Tambores tambores tambores.
El cielo se ennegrece como esta página.
Dispersión de cuervos.
Inminencia de violencias violetas.
Se levantan los arenales,
la cerrazón de reses de ceniza.
Mugen los árboles encadenados.
Tambores tambores tambores.
Te golpeo, cielo, tierra, te golpeo.
Cielo abierto tierra cerrada
flauta y tambor, centella y trueno,
te abro, te golpeo. Te abres, tierra,
tienes la boca llena de agua,
tu cuerpo chorrea cielo,
tremor, tu panza tiembla,
tus semillas estallan, verdea la palabra
se desata se esparce árida ondulación
se levanta se erige Ídolo entre brazos de arena
desnuda como la mente brilla se multiplica se niega
en la reverberación del deseo renace se escapa se persigue
girando girando visión del pensamiento gavilán
en torno a la idea negra cabra en la peña hendida
el vellón de la juntura paraje desnudo
en la mujer desnuda snap-shot de un latido de tiempo
pirausta nudo de presencias real irreal quieto vibrante
> inmóvil bajo el sol inmóvil pradera quemada
del color de la tierra color de sol en la arena
la yerba de mi sombra sobre el lugar de la juntura
mis manos de lluvia obscurecida por los pájaros
sobre tus pechos verdes beatitud suficiente
mujer tendida hecha a la imagen del mundo
El mundo es tus imágenes
Del amarillo al rojo al verde,
peregrinación hacia las claridades,
la palabra se asoma a remolinos
azules. Gira el anillo beodo,
giran los cinco sentidos
alrededor de la amatista
ensimismada.Traslumbramiento:
no pienso, veo—no lo que veo,
los reflejos, los pensamientos veo.
Las precipitaciones de la música,
el número cristalizado.
Un archipiélago de signos.
Aerofanía, boca de verdades,
claridad que se anula en una sílaba
diáfana como el silencio:
no pienso, veo—no lo que pienso,
la cara en blanco del olvido,
el resplandor de lo vacío.
Pierdo mi sombra, avanzo
entre los bosques impalpables,
las esculturas rápidas del viento,
los sinfines, desfiladeros afilados,
avanzo, mis pasos
se disuelven
en un espacio que se desvanece
en pensamientos que no pienso.
caes de tu cuerpo a tu sombra no allá sino en mis ojos
en un caer inmóvil de cascada cielo y suelo se juntan
caes de tu sombra a tu nombre intocable horizonte
te precipitas en tus semejanzas yo soy tu lejanía
caes de tu nombre a tu cuerpo el más allá de la mirada
en un presente que no acaba las imaginaciones de la arena
caes en tu comienzo las disipadas fábulas del viento
derramada en mi cuerpo yo soy la estela de tus erosiones
tú te repartes como el lenguaje espacio dios descuartizado
tú me repartes en tus partes altar el pensamiento y el cuchillo
vientre teatro de la sangre eje de los solsticios
yedra arbórea lengua tizón de frescura el firmamento es macho y hembra
temblor de tierra de tu grupa testigos los testículos solares
lluvia de tus talones en mi espalda falo el pensar y vulva la palabra
ojo jaguar en espesura de pestañas espacio es cuerpo signo pensamiento
la hendidura encarnada en la maleza siempre dos sílabas enamoradas
los labios negros de la profetisa A d i v i n a n z a
entera en cada parte te repartes las espirales transfiguraciones
tu cuerpo son los cuerpos del instante es cuerpo el tiempo el mundo
visto tocado desvanecido pensamiento sin cuerpo el cuerpo imaginario
contemplada por mis oídos horizonte de música tendida
olida por mis ojos puente colgante del color al aroma
acariciada por mi olfato olor desnudez en las manos del aire
oída por mi lengua cántico de los sabores
comida por mi tacto festín de niebla
habitar tu nombre despoblar tu cuerpo
caer en tu grito contigo casa del viento
La irrealidad de lo mirado
da realidad a la mirada
En el centro
del mundo del cuerpo del espíritu
la grietael resplandor
No
En el remolino de las desapariciones
el torbellino de las apariciones
Sí
El árbol de los nombres No
es una palabra Sí
es una palabra aire son nada
son
este insecto
revoloteando entre las líneas
de la página inacabada
inacabable
El pensamiento revoloteando
entre estas palabras Son
tus pasos en el cuarto vecino
los pájaros que regresan
El árbol nim que nos protege los protege
Sus ramas acallan al trueno
apagan al relámpago
En su follaje bebe agua la sequía
Son esta noche
(esta música)
Mírala fluir entre tus pechos caer
sobre tu vientre blanca y negra
primavera nocturna jazmín y ala de cuervo
tamborino y sitar No y Sí
juntos dos sílabas enamoradas
Si el mundo es real la palabra es irreal
Si es real la palabra el mundo
es la grieta el resplandor el remolino
No las desapariciones y las apariciones
Sí
el árbol de los nombres Real irreal
son palabras aire son nada
El habla irreal
da realidad al silencio Callar
es un tejido de lenguaje Silencio
sello centelleo
en la frente
en los labios antes de evaporarse
Apariciones y desapariciones
La realidad y sus resurrecciones
El silencio reposa en el habla
El espíritu
es una invención del cuerpo
El cuerpo
es una invención del mundo
El mundo
es una invención del espíritu
NoSí
irrealidad de lo mirado
la transparencia es todo lo que queda
Tus pasos en el cuarto vecino
el trueno verde madura
en el follaje del cielo Estás desnuda
como una sílaba como una llama
una isla de llamas
pasión de brasa compasiva
El mundo es tus imágenes
anegadas en la música Tu cuerpo
derramado en mi cuerpo visto
desvanecido da realidad a la mirada
Delhi, del 23 de julio al 25 de septiembre de 1966
from
Vuelta
* * * *
Return
[1969–1975]
The Daily Fire
for Juan García Ponce
As the air constructs and destructs
its invisible buildings
on the pages of geology,
on the tablelands of the planet: man.
His language is barely a seed,
yet it burns in the palm of space.
Syllables are incandescent.
And they are plants: their roots
fracture silence, their branches
build houses of sound. Syllables
twine and untwine, play
with likeness and unlikeness.
Syllables ripen in the mind,
flower in the mouth. Their roots
drink night, eat light. Languages:
trees incandescent
with leaves of rain.
Lightning vegetation,
geometries of echoes:
on a sheet of paper
the poem constructs itself as the day
on the palm of space.
The Grove
for Pere Gimferrer
Enormous and solid but swaying,
beaten by the wind but chained,
murmur of a million leaves
against my window. Riot of trees,
surge of dark green sounds. The grove,
> suddenly still, is a web of fronds and branches.
But there are flaming spaces and, fallen into these meshes,
—restless, breathing—
is something violent and resplendent,
an animal swift and wrathful,
a body of light among the leaves: the day.
To the left, above the wall, more idea than color,
a bit of sky and many clouds, a tile-blue basin
bordered by big, crumbling rocks, sand cast down
into the funnel of the grove. In the middle
thick drops of ink spattered
on a sheet of paper inflamed by the west;
it’s black, there, almost entirely, in the far southeast,
where the horizon breaks down. The bower
turns copper, shines. Three blackbirds
pass through the blaze and reappear, unharmed,
in the empty space: neither light nor shade. Clouds
on the way to their dissolution.
Lights are lit in the houses.
The sky gathers in the window. The patio
enclosed in its four walls grows more and more secluded.
Thus it perfects its reality. And now the trash can,
the empty flower pot, on the blind cement
contain nothing but shadows. Space closes
over itself. Little by little the names petrify
[EB]
Immemorial Landscape
for José de la Colina
Airily flutters slips
among branches trunks poles
lazily hovers over
the high electric fruit
it falls aslant
still blue
on the other snow
Made
of the same immaterial as shadow
it casts no shadow As dense
as silence the snow
is snow but it burns
Headlights
drill sudden tunnels collapsed
in a moment Night
riddled grows inward
turns to night Obstinate cars
go by
in different directions
to the same place
One day
the streetlights will explode
on their iron stalks One day
the bellowing river of engines
will stop One day
these houses will be hills
once more the wind in the stones
will talk only to itself Aslant
among the shadows unshadow
will fall almost blue
on the earth The same as tonight
the million year old snow
Trowbridge Street