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The Poems of Octavio Paz

Page 24

by Octavio Paz

is the cleft the splendor the whirl

  No disappearances and appearances

  Yes

  the tree of names Real unreal

  are words they are air nothing

  Unreal speech

  brings reality to silence Keeping still

  is a strand of language Silence

  seal scintilla

  on the forehead

  on the lips before it evaporates

  Appearances and disappearances

  Reality and its resurrections

  Silence rests in speech

  The spirit

  is an invention of the body

  The body

  is an invention of the world

  The world

  is an invention of the spirit

  NoYes

  the unreality of the seen

  transparency is all that remains

  Your footsteps in the next room

  the green thunder ripening

  in the foliage of the sky You are naked

  like a syllable like a flame

  an island of flames

  the passion of compassionate coals

  The world a bundle of your images

  drowned in music Your body

  spilled on my body seen

  dissolved brings reality to seeing

  Delhi, July 23–September 25, 1966

  * * * *

  Blanco

  [1966]

  By passion the world is bound, Avec le seul object dont le

  by passion too it is released. Néant s’honore.

  The Hevajra Tantra Stéphane Mallarmé

  el comienzo el cimiento

  la simiente latente

  la palabra en la punta de la lengua

  inauditainaudible

  impar

  grávidanula

  sin edad

  la enterrada con los ojos abiertos

  inocentepromiscua

  la palabra

  sin nombresin habla

  Sube y baja,

  escalera de escapulario,

  el lenguaje deshabitado.

  Bajo la piel de la penumbra

  late una lámpara. Superviviente

  entre las confusiones taciturnas, asciende

  en un tallo de cobre resuelto

  en un follaje de claridad: amparo

  de caídas realidades. O dormido

  o extinto, alto en su vara

  (cabeza en una pica), un girasol

  ya luz carbonizada sobre un vaso

  de sombra. En la palma de una mano

  ficticia, flor

  ni vista ni pensada: oída,

  aparece amarillo

  cáliz de consonantes y vocales

  incendiadas.

  en el muro la sombra del fuego llama rodeada de leones

  en el fuego tu sombra y la mía leona en el circo de las llamas

  ánima entre las sensaciones

  el fuego te desata y te anuda

  Pan Grial Ascua frutos de luces de bengala

  Muchacha los sentidos se abren

  tú ríes—desnuda en la noche magnética

  en los jardines de la llama

  La pasión de la brasa compasiva

  Un pulso, un insistir

  oleaje de sílabas húmedas.

  Sin decir palabra

  obscurece mi frente

  un presentimiento de lenguaje.

  Patience patience

  (Livingstone en la sequía)

  river rising a little.

  El mío es rojo y se agosta

  entre sableras llameantes:

  Castillas de arena, naipes rotos

  y el jeroglífico (agua y brasa)

  en el pecho de México caído.

  Polvo soy de aquellos lodos.

  Río de sangre, río de historias

  de sangre, río seco:

  boca de manantial

  amordazado

  por la conjuración anónima

  de los huesos,

  por la ceñuda peña de los siglos

  y los minutos: el lenguaje

  es una expiación, propiciación

  al que no habla, emparedado,

  cada día asesinado,

  el muerto innumerable. Hablar

  mientras los otros trabajan

  es pulir huesos, aguzar

  silencios hasta la transparencia,

  hasta la ondulación, el cabrilleo,

  hasta el agua:

  los ríos de tu cuerpo el río de los cuerpos

  país de latidos astros infusorios reptiles

  entrar en ti torrente de cinabrio sonámbulo

  país de ojos cerrados oleaje de las genealogías

  agua sin pensamientos juegos conjugaciones juglarías

  entrar en mí subyecto y obyecto abyecto y absuelto

  al entrar en tu cuerpo río de soles

  país de espejos en vela las altas fieras de la piel luciente

  país de agua despierta rueda el río seminal de los mundos

  en la noche dormida el ojo que lo mira es otro río

  me miro en lo que miro es mi creación esto que veo

  como entrar por mis ojos la percepción es concepción

  en un ojo más límpido agua de pensamientos

  me mira lo que miro soy la creación de lo que veo

  delta de brazos del deseo agua de verdad

  en un lecho de vértigos verdad de agua

  La transparencia es todo lo que queda

  Paramera abrasada

  del amarillo al encarnado

  la tierra es un lenguaje calcinado.

  Hay púas invisibles, hay espinas

  en los ojos. En un muro rosado

  tres buitres ahítos.

  No tiene cuerpo ni cara ni alma,

  está en todas partes,

  a todos nos aplasta: este sol es injusto.

  La rabia es mineral. Los colores

  se obstinan. Se obstina el horizonte.

  Tambores tambores tambores.

  El cielo se ennegrece como esta página.

  Dispersión de cuervos.

  Inminencia de violencias violetas.

  Se levantan los arenales,

  la cerrazón de reses de ceniza.

  Mugen los árboles encadenados.

  Tambores tambores tambores.

  Te golpeo, cielo, tierra, te golpeo.

  Cielo abierto tierra cerrada

  flauta y tambor, centella y trueno,

  te abro, te golpeo. Te abres, tierra,

  tienes la boca llena de agua,

  tu cuerpo chorrea cielo,

  tremor, tu panza tiembla,

  tus semillas estallan, verdea la palabra

  se desata se esparce árida ondulación

  se levanta se erige Ídolo entre brazos de arena

  desnuda como la mente brilla se multiplica se niega

  en la reverberación del deseo renace se escapa se persigue

  girando girando visión del pensamiento gavilán

  en torno a la idea negra cabra en la peña hendida

  el vellón de la juntura paraje desnudo

  en la mujer desnuda snap-shot de un latido de tiempo

  pirausta nudo de presencias real irreal quieto vibrante

>   inmóvil bajo el sol inmóvil pradera quemada

  del color de la tierra color de sol en la arena

  la yerba de mi sombra sobre el lugar de la juntura

  mis manos de lluvia obscurecida por los pájaros

  sobre tus pechos verdes beatitud suficiente

  mujer tendida hecha a la imagen del mundo

  El mundo es tus imágenes

  Del amarillo al rojo al verde,

  peregrinación hacia las claridades,

  la palabra se asoma a remolinos

  azules. Gira el anillo beodo,

  giran los cinco sentidos

  alrededor de la amatista

  ensimismada.Traslumbramiento:

  no pienso, veo—no lo que veo,

  los reflejos, los pensamientos veo.

  Las precipitaciones de la música,

  el número cristalizado.

  Un archipiélago de signos.

  Aerofanía, boca de verdades,

  claridad que se anula en una sílaba

  diáfana como el silencio:

  no pienso, veo—no lo que pienso,

  la cara en blanco del olvido,

  el resplandor de lo vacío.

  Pierdo mi sombra, avanzo

  entre los bosques impalpables,

  las esculturas rápidas del viento,

  los sinfines, desfiladeros afilados,

  avanzo, mis pasos

  se disuelven

  en un espacio que se desvanece

  en pensamientos que no pienso.

  caes de tu cuerpo a tu sombra no allá sino en mis ojos

  en un caer inmóvil de cascada cielo y suelo se juntan

  caes de tu sombra a tu nombre intocable horizonte

  te precipitas en tus semejanzas yo soy tu lejanía

  caes de tu nombre a tu cuerpo el más allá de la mirada

  en un presente que no acaba las imaginaciones de la arena

  caes en tu comienzo las disipadas fábulas del viento

  derramada en mi cuerpo yo soy la estela de tus erosiones

  tú te repartes como el lenguaje espacio dios descuartizado

  tú me repartes en tus partes altar el pensamiento y el cuchillo

  vientre teatro de la sangre eje de los solsticios

  yedra arbórea lengua tizón de frescura el firmamento es macho y hembra

  temblor de tierra de tu grupa testigos los testículos solares

  lluvia de tus talones en mi espalda falo el pensar y vulva la palabra

  ojo jaguar en espesura de pestañas espacio es cuerpo signo pensamiento

  la hendidura encarnada en la maleza siempre dos sílabas enamoradas

  los labios negros de la profetisa A d i v i n a n z a

  entera en cada parte te repartes las espirales transfiguraciones

  tu cuerpo son los cuerpos del instante es cuerpo el tiempo el mundo

  visto tocado desvanecido pensamiento sin cuerpo el cuerpo imaginario

  contemplada por mis oídos horizonte de música tendida

  olida por mis ojos puente colgante del color al aroma

  acariciada por mi olfato olor desnudez en las manos del aire

  oída por mi lengua cántico de los sabores

  comida por mi tacto festín de niebla

  habitar tu nombre despoblar tu cuerpo

  caer en tu grito contigo casa del viento

  La irrealidad de lo mirado

  da realidad a la mirada

  En el centro

  del mundo del cuerpo del espíritu

  la grietael resplandor

  No

  En el remolino de las desapariciones

  el torbellino de las apariciones

  Sí

  El árbol de los nombres No

  es una palabra Sí

  es una palabra aire son nada

  son

  este insecto

  revoloteando entre las líneas

  de la página inacabada

  inacabable

  El pensamiento revoloteando

  entre estas palabras Son

  tus pasos en el cuarto vecino

  los pájaros que regresan

  El árbol nim que nos protege los protege

  Sus ramas acallan al trueno

  apagan al relámpago

  En su follaje bebe agua la sequía

  Son esta noche

  (esta música)

  Mírala fluir entre tus pechos caer

  sobre tu vientre blanca y negra

  primavera nocturna jazmín y ala de cuervo

  tamborino y sitar No y Sí

  juntos dos sílabas enamoradas

  Si el mundo es real la palabra es irreal

  Si es real la palabra el mundo

  es la grieta el resplandor el remolino

  No las desapariciones y las apariciones

  Sí

  el árbol de los nombres Real irreal

  son palabras aire son nada

  El habla irreal

  da realidad al silencio Callar

  es un tejido de lenguaje Silencio

  sello centelleo

  en la frente

  en los labios antes de evaporarse

  Apariciones y desapariciones

  La realidad y sus resurrecciones

  El silencio reposa en el habla

  El espíritu

  es una invención del cuerpo

  El cuerpo

  es una invención del mundo

  El mundo

  es una invención del espíritu

  NoSí

  irrealidad de lo mirado

  la transparencia es todo lo que queda

  Tus pasos en el cuarto vecino

  el trueno verde madura

  en el follaje del cielo Estás desnuda

  como una sílaba como una llama

  una isla de llamas

  pasión de brasa compasiva

  El mundo es tus imágenes

  anegadas en la música Tu cuerpo

  derramado en mi cuerpo visto

  desvanecido da realidad a la mirada

  Delhi, del 23 de julio al 25 de septiembre de 1966

  from

  Vuelta

  * * * *

  Return

  [1969–1975]

  The Daily Fire

  for Juan García Ponce

  As the air constructs and destructs

  its invisible buildings

  on the pages of geology,

  on the tablelands of the planet: man.

  His language is barely a seed,

  yet it burns in the palm of space.

  Syllables are incandescent.

  And they are plants: their roots

  fracture silence, their branches

  build houses of sound. Syllables

  twine and untwine, play

  with likeness and unlikeness.

  Syllables ripen in the mind,

  flower in the mouth. Their roots

  drink night, eat light. Languages:

  trees incandescent

  with leaves of rain.

  Lightning vegetation,

  geometries of echoes:

  on a sheet of paper

  the poem constructs itself as the day

  on the palm of space.

  The Grove

  for Pere Gimferrer

  Enormous and solid but swaying,

  beaten by the wind but chained,

  murmur of a million leaves

  against my window. Riot of trees,

  surge of dark green sounds. The grove,

>   suddenly still, is a web of fronds and branches.

  But there are flaming spaces and, fallen into these meshes,

  —restless, breathing—

  is something violent and resplendent,

  an animal swift and wrathful,

  a body of light among the leaves: the day.

  To the left, above the wall, more idea than color,

  a bit of sky and many clouds, a tile-blue basin

  bordered by big, crumbling rocks, sand cast down

  into the funnel of the grove. In the middle

  thick drops of ink spattered

  on a sheet of paper inflamed by the west;

  it’s black, there, almost entirely, in the far southeast,

  where the horizon breaks down. The bower

  turns copper, shines. Three blackbirds

  pass through the blaze and reappear, unharmed,

  in the empty space: neither light nor shade. Clouds

  on the way to their dissolution.

  Lights are lit in the houses.

  The sky gathers in the window. The patio

  enclosed in its four walls grows more and more secluded.

  Thus it perfects its reality. And now the trash can,

  the empty flower pot, on the blind cement

  contain nothing but shadows. Space closes

  over itself. Little by little the names petrify

  [EB]

  Immemorial Landscape

  for José de la Colina

  Airily flutters slips

  among branches trunks poles

  lazily hovers over

  the high electric fruit

  it falls aslant

  still blue

  on the other snow

  Made

  of the same immaterial as shadow

  it casts no shadow As dense

  as silence the snow

  is snow but it burns

  Headlights

  drill sudden tunnels collapsed

  in a moment Night

  riddled grows inward

  turns to night Obstinate cars

  go by

  in different directions

  to the same place

  One day

  the streetlights will explode

  on their iron stalks One day

  the bellowing river of engines

  will stop One day

  these houses will be hills

  once more the wind in the stones

  will talk only to itself Aslant

  among the shadows unshadow

  will fall almost blue

  on the earth The same as tonight

  the million year old snow

  Trowbridge Street

 

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