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Ancient Cuzco

Page 33

by Brian S. Bauer


  19. One of gold, one of silver, and one of spondylus shell.

  20. For additional information on the Cuzco ushnu, see Zuidema (1980), Aveni (1981), and Hyslop (1990).

  21. Cieza de León (1996b: 109 [1554: Pt. 2, Ch. 36]) describes the Cuzco ushnu as a cone-shaped stone covered with gold, an Anonymous Chronicler (1906: 158 [ca. 1570]) refers to it as a stone pillar, and Betanzos (1987: 52, 57 [1557: Pt. 1, Ch. 11]) mentions a pointed rock covered with a strip of gold.

  22. “Usno era un pilar de oro donde bevían al Sol en la plaça” (Albornoz 1984: 205 [ca. 1582]).

  23. See Betanzos (1996: 190 [1557: Pt. 2, Ch. 1]), Sarmiento de Gamboa (1906: 104 [1572: Ch. 58]), Cabello de Valboa (1951: 361 [1586: Pt. 3, Ch. 21]), Cobo (1990: 58 [1653: Bk. 13, Ch. 13]), Murúa (1962: 77 [ca. 1615, Vol 1. Ch. 30]), and Pedro Pizarro (1921: 356 [1571]). Sarmiento de Gamboa (1906: 104 [1572: Ch. 58]) credits Huayna Capac’s brother, Sinchi Roca, with building the Casana. This information is repeated by Cobo (1979: 153 [1653: Bk. 12, Ch. 16]).

  24. “En muchas casas de las del Inca había galpones muy grandes de a doscientos pasos de largo y de cincuenta y sesenta de ancho, todo de una pieza que servían de plaza; en los cuales hacían sus fiestas y bailes, cuando el tiempo con aguas no les permitía estar en la plaza al descubierto. En la ciudad del Cuzco alcancé a ver cuatro galpones de éstos que aún estaban en pie en mi niñez. El uno estaba en Amarucancha, casas que fueron de Hernando Pizarro, donde hoy es el colegio de la santa Compañía de Jesús, y el otro estaba en Cassana, donde ahora son las tiendas de mi condiscípulo Juán de Cillorico, y el otro estaba en Collcampata, en las casas que fueron del Inca Paullu y de su hijo don Carlos, que también fué mi condiscípulo. Este galpón era el menor de todos cuatro, y el mayor era el de Cassana, que era capaz de tres mil personas: cosa increíble que hubisese madera que alcanzase a cubrir tan grandes piezas. El cuarto galpón es el que ahora sirve de iglesia catedral” (Garcilaso de la Vega 1960: 198 [1609: Pt. 1, Bk. 6, Ch. 4]).

  25. The Libro Primero del Cabildo . . . (1965: 35 [1534]) confirms the fact that Juan de Pancorvo was assigned land in this area during the founding of Spanish Cuzco.

  26. “La otra casa real, que estaba al poniente de Coracora, se llamaba Cassana, que quiere decir cosa para helar. Pusiéronle este nombre por admiración, dando a entender que tenía tan grandes y tan hermosos edificios, que habían de helar y pasmar al que los mirase con atención. . . . En mi tiempo abrieron los españoles una calle, que dividió las escuelas de las casas reales de la que llamaban Cassana; alcancé mucha parte de las paredes, que eran de cantería ricamente labrada, que mostraban haber sido aposentos reales y un hermosísimo galpón, que en tiempo de los Incas, en días lluviosos, servía de plaza para sus fiestas y bailes. Era tan grande, que muy holgadamente pudieran sesenta de a caballo jugar cañas dentro de él. Al convento de San Francisco vi en aquel galpón, que porque estaba lejos de lo poblado de los españoles se pasó a él desde el barrio Totocachi donde antes estaba. En el galpón tenían apartado para iglesia un gran pedazo capaz de mucha gente; luego estaban las celdas, dormitorio y refitorio y las demás oficinas del convento; y si estuviese descubierto dentro pudieran hacer claustro. Dió el galpón y todo aquel sitio a los frailes Juan de Pancorvo, conquistador de los primeros, a quien cupo aquella casa real en el repartimiento que se hizo de las casas. Otros muchos españoles tuvieron parte en ellas; mas Juan de Pancorvo las compró todas a los principios cuando se daban de balde. . . . También vi derribar el galpón y hacer en el barrio Cassana las tiendas con sus portales como hoy están para morada de mercaderes y oficiales” (Garcilaso de la Vega 1960: 261 [1609: Pt. 1, Bk. 7, Ch. 10]).

  27. Galpón is a West Indies term for a large building.

  28. “Pues estando Hernando Pizarro en este galpón, en medio de las casas donde vivía, al ruido de la entrada que Almagro hizo en el Cuzco con su gente, Hernando Pizarro y los que con él estaban armados salieron y se pusieron a la puerta de este galpón. Pues llegado Almagro y su gente a querelle prender, estuvieron peleando un gran rato, que aunque los que estaban con Hernando Pizarro eran pocos, no les pudieron entrar. Tenía Hernando Pizarro consigo hasta veinte hombres, y Almagro llevaba más de trescientos, porque como he dicho, Hernando Pizarro no tenía más gente consigo a causa de las treguas que tenían puestas, y creyendo se guardarían. Hernán Ponce de León y [Gabriel de] Rroxas y otros malearon aquí a Hernando Pizarro y le faltaron, ellos y sus amigos, y por esta causa y por las treguas, entró Almagro tan a su salvo, que de otra manera hartas vidas costaran primero que entrara. Pues estando—como digo—peleando con Hernando Pizarro a la puerta de este galpón, y hubiendo Almagro herido algunos con saetas de los que Hernando Pizarro tenía consigo y visto que Hernando Pizarro no se quería rendir, Almagro mandó poner fuego a este galpón donde estaba Hernando Pizarro peleando, que era de paja, y hasta que ya el galpón empezaba a caerse abajo con el fuego, nunca Hernando Pizarro se quiso dar, . . .” (Pedro Pizarro 1986: 160–161 [1571]).

  29. Other examples of such halls can be found in Huayna Capac’s estate at Yucay (Niles 1999) and at the Inca site of Huaytara, and at Chinchero (Niles 1999).

  30. Also see Esquivel y Navia (1980: 113 [1749]).

  31. “. . . donde le tuvieron algunos dias, hasta que aderezaron un cubo en Caxana, casas que eran del Marqués don Francisco Pizarro y adonde Hernando Pizarro estaba cuando le prendieron. Pues fortalecido este cubo, tapando ventanas y la puertas, dejando un postigo pequeño por donde cupiese un hombre, tapiado como digo este cubo, le metieron aquí. Estas casas tenían dos cubos, uno a un lado y otro a otro, quiero decir casi a las esquinas de esta cuadra. Estos cubos eran de cantería muy labrada, y muy fuertes; eran redondos, cubiertos de paja muy extrañamente puesta: salía el alar de la paja fuera de la pared una braza, que cuando llovía se favorecían los de a caballo que rondaban al amparo de este alar. Estas casas y aposentos eran de Guaina Capac. Quemaron estos cubos los indios de guerra cuando pusieron el cerco, con flechas y piedras ardiendo. Era tanta la paja que tenían, que tardaron en quemarse algunos días, digo antes que cayese la madera. Había hecho estos cubos terrados echándoles gruesos maderos arriba, y tierra encima, como zuteas. En uno de éstos tenían a Hernando Pizarro . . .” (Pedro Pizarro 1986: 161–162 [1571]).

  32. See McElroy (1986) for additional information on these illustrations.

  33. “La plaza de la ciudad era casi cuadrada, no grande ni pequeña. Aquella casa de Atabalica (sic Huayna Capac) que está en ella tenía dos torres de buen parecer, una portada rica chapada de pieza de plata y de otros metales . . .” (Estete 1924: 45 [1534]).

  34. “La plaza es cuadrada y en su mayor parte llana, y empedrada de guijas: alrededor de ella hay cuatro casas de señores que son las principales de la ciudad, pintadas y labradas y de piedra, y la mejor de ellas es la casa de Guaynacaba, cacique viejo, y la puerta es de mármol blanco y encarnado y de otros colores, y tiene otros edificios de azoteas muy dignos de verse” (Sancho de la Hoz 1898: 408 [1534]).

  35. [Ch-6:4] “La cuarta guaca tenía por nombre Guyana, y estaba en la puerta de Cajana: en ella se hacían sacrificios al viento para que no hiciese daño; y estaba hecho un hoyo en que se enterraban los sacrificios.”

  [Ch-6:5] “La quinta guaca era el palacio de Guaynacápac, llamado Cajana, dentro del cual había una laguna nombrada Ticcococha, que era adoratorio principal y adonde se hacían grandes sacrificios” (Cobo 1964: 172 [1653: Bk. 13, Ch. 13]).

  36. Also see Esquivel y Navia 1980: 37 (1749).

  37. [Ch-5:5] “La quinta guaca era un buhío llamado Coracora, en que dormía Inca Yupanqui, que es donde ahora están las casas de cabildo. Mandó el dicho Inca adorar aquel lugar y quemar en él ropas y carneros, y así se hacía” (Cobo 1964: 172 [1653: Bk. 13, Ch. 13]).

  38. “Sañalaronse a Gonzalo Piçarro dos solares en las casas donde agora avita con la delantera que tienen a la plaça por linderos el solar del Señor Gobernador y de la otra parte la fortaleza de Guaxacar” (Libro Primero del Cabildo . . . 1965: 33 [1534]).

  39. “Yendo del
barrio de las Escuelas al mediodía están dos barrios donde había dos casas reales que salían a la plaza principal. Tomaban todo el lienzo de la plaza; la una de ellas, que estaba al levante de la otra, se decía Coracora; quiere decir herbazales, porque aquel sitio era un gran herbazal, y la plaza que está delante era un tremedal o cenegal, y los Incas mandaron ponerla como está. Lo mismo dice Pedro de Cieza, capítulo XCII. En aquel herbazal fundó el rey Inca Roca su casa real por favorecer las escuelas, yendo muchas veces a ellas a oír los maestros. De la casa Coracora no alcancé nada, porque ya en mis tiempos estaba toda por el suelo; cupo en suerte, cuando repartió la ciudad, a Gonzalo Pizarro, hermano del marqués don Francisco Pizarro, que fué uno de los que la ganaron. A este caballero conocí en el Cuzco después de la batalla de Huarina y antes de la de Sacsahuana; tratábame como a propio hijo; era yo de ocho a nueve años” (Garcilaso de la Vega 1960: 260 [1609, Pt. 1, Bk. 7, Ch. 10]).

  40. “A Pizarro condenaron a cortar la cabeza por traidor y que le derribasen las casas que tenía en el Cuzco y sembrasen de sal y pusiesen un pilar de piedra con un letrero que dijese: ‘Estas son las casas del traidor de Gonzalo Pizarro,’ etc.

  “Todo lo cual vi yo cumplido, y las casas eran las que le cupieron en el repartimiento que de aquella ciudad se hizo cuando la ganaron él y sus hermanos, y el sitio en lengua de indio se llamaba Coracora, que quiere decir herbazal” (Garcilaso de la Vega 1960: 391 [1609, Pt. 2, Bk. 5, Ch. 39]).

  41. “Demás desto le mandaron confiscar sus bienes y derribarle y sembrarle de sal las casas que tenía en el Cuzco, poniendo en el solar un padrón con el mismo letrero, lo qual se executó aquel mismo día” (Zárate 1995: 374 [1555]).

  42. This chapel was built to mark the miraculous triumph of the Spanish forces in Cuzco over the indigenous forces of Manco Inca.

  43. “Señalose por casa del cabildo e fundicion el galpón grande questa en el anden encima la plaça” (Libro Primero del Cabildo . . . 1965: 33 [1534]).

  44. See Cobo (1990: 57 [1653: Bk. 13, Ch. 13]), Albornoz (1984: 204 [ca. 1582]), and Molina (1989: 73 [ca. 1575]).

  45. “Los indios mas valientes que venían escogidos para quemar la casa del Inca Viracocha, donde los españoles tenían su alojamiento, acudieron a ella con grándísimo ímpetu y le pegaron fuego desde lejos con flechas encendidas; quemáronla toda y no quedó cosa de ella. La sala grande que en ella había, que ahora es iglesia catedral, donde los cristianos tenían una capilla para oír misa, reservó Dios nuestro Señor del fuego . . .” (Garcilaso de la Vega 1960: 123 [1609: Pt. 2, Bk. 2, Ch. 24]).

  46. Zuidema (1980) suggests that the largest hall was called Cuyusmanco. Niles (1999: 274–281), however, shows that the word cuyusmanco was the Quechua term for a specific type of large hall with a single large entrance on one end, and not the name of any particular building in Cuzco. Also see Murúa (1946 [1590]).

  47. See Sarmiento de Gamboa (1906: 113 [1572: Ch. 63]), Cabello de Valboa (1951: 395 [1586: Ch. 24]), Murúa (1962: 123 [ca. 1615: Vol. 1, Ch. 43]), and Blas Valera (1950: 145 [ca. 1585]). In contrast, Garcilaso de la Vega (1966: 426–427, 701 [1609: Pt. 1, Bk. 7, Ch. 10; Pt. 2, Bk. 1, Ch. 32]) suggests that the Amarucancha belonged to Huayna Capac. This is unlikely, since it is well documented that Huayna Capac’s palace was located in the Casana, on the other side of the plaza.

  48. “Señalosele a Pedro de Ulloa el corral do esta la espalda (sic palla) del theniente Hernando de Soto, a las espaldas del solar de Lobillo” (Libro Primero del Cabildo . . . 1965: 35 [1534]).

  49. Sarmiento de Gamboa (1906: 113 [1572: Ch. 63]) and Blas Valera (1950: 145 [ca. 1585]) also state that the Jesuits built their monastery on the Amarucancha.

  50. From the description provided in the Libro Primero del Cabildo . . . (1965 [1534]), it does not appear that Mancio Sierra de Leguiçamo’s original house lot was within the Amarucancha. Perhaps he, like Antonio Altamirano, owned more than one house in central Cuzco.

  51. There may have been a number of small shrines within Amarucancha, as Cobo lists four shrines (Co. 1: 1, Co. 3: 1, Co. 3: 2, and Co 6: 1) in association with the house of Mancio Sierra de Leguiçamo (Bauer 1998).

  52. Altamirano’s other house was in the area of Pucamarca (Garcilaso de la Vega 1966: 424 [1609: Pt. 1, Bk. 7, Ch. 9]).

  53. “Al cabo de la plaza, al mediodía de ella había otras dos casas reales; la que estaba cerca del arroyo, calle en medio, se llamaba Amarucancha, que es barrio de las culebras grandes, estaba de frente de Cassana. Fueron casas de Huayna Capac, ahora son de la santa Compañía de Jesús. Yo alcancé de ellas un galpón grande, aunque no tan grande como el de la Cassana. Alcancé también un hermosísimo cubo, redondo que estaba en la plaza delante de la casa. En otra parte diremos que aquel cubo, que por haber sido el primer aposento que los españoles tuvieron en aquella ciudad (además de su gran hermosura) fuera bien que lo sustentaran los ganadores de ella. No alcancé otra cosa que aquella casa real, toda la demás estaba por el suelo. En el primer repartimiento cupo lo principal de esta casa real, que era lo que salía a la plaza, a Hernando Pizarro, hermano del marqués don Francisco Pizarro, que también fue de los primeros ganadores de aquella ciudad. A este caballero vi en la corte de Madrid año de mil y quinientos y sesenta y dos. Otra parte cupo a Mancio Serra de Leguiçamo, de los primeros conquistadores. Otra parte a Antonio Altamirano, al cual conocí dos casas, debió de comprar la una de ellas. Otra parte se señaló para cárcel de españoles. Otra parte cupo a Alonso Mazuela, de los primeros conquistadores; después fue de Martín Dolmos. Otras partes cupieron a otros de los cuales no tengo memoria” (Garcilaso de la Vega 1960: 261–262 [1609: Pt. 1, Bk. 7, Ch. 10]).

  54. According to the Libro Primero del Cabildo . . . (1965 [1534]), the following Spaniards were granted lots of land within Amarucancha in 1534: Hernando de Soto, Pedro de Ulloa, Juan Ruiz Lobillo, Gómez Mazuela, Antonio Altamirano, Diego del Castillo, (Bernaldino de) Valboa, and an unidentified individual named Astudillo.

  55. “Todo lo cual vi yo en Cuzco, que en la casa real que fué del Inca Huaynacapac en la parte que de ella cupo a Antonio Altamirano cuando repartieron aquella ciudad entre los conquistadores, en un cuarto de ella había caído un rayo en tiempo de Huaynacapac. Los indios le cerraron las puertas a piedra y lodo, tomáronlo por mal agüero para su rey; dijeron que se había de perder parte de su imperio, o acaecerle otra desgracia semejante; pues su padre el sol, señalaba su casa por lugar desdichado. Yo alcancé el cuarto cerrado, después lo reedificaron los españoles, y dentro en tres años cayó otro rayo y dió en el mismo cuarto, y lo quemó todo” (Garcilaso de la Vega 1960: 42 [1609: Pt. 1, Bk. 2, Ch. 1]).

  56. “. . . hallaban tesoros dentro y fuera de aquella ciudad; que en una casa de las que en partición de ella dividieron los españoles, que era casa real, que llamaban Amarucancha, que fué de Antonio Altamirano, acaeció que trayendo un caballero en el patio unos galopes se le hundió al caballo un pie en un hoyo que antes de los golpes no lo había. Cuando fueron a ver de qué era el hoyo, si era alguna madre vieja que pasaba por la casa, hallaron que era la boca de un cántaro de oro de ocho o nueve arrobas, que los indios los hacen mayores y menores, en lugar de tinajas para cocer su brebaje, y con el cántaro hallaron muchas otras vasijas de oro y de plata que valieron mas de ochenta mil ducados” (Garcilaso de la Vega 1960: 90–91 [1609: Pt. 2, Bk. 2, Ch. 7]).

  57. “Era un hermosísimo cubo redondo, que estaba de por sí antes de entrar en la casa. Yo le alcancé. Las paredes eran como de cuatro estados en alto, pero la techumbre tan alta, según la buena madera que en las casas reales gastaban, que estoy por decir, y no es encarecimiento, que igualaba en altura a cualquiera torre de las que en España he visto, sacada la de Sevilla. Estaba cubierto en redondo, como eran las paredes; encima de toda la techumbre, en lugar de mostrador del viento (porque los indios no miraban en vientos) tenía una pica muy alta y gruesa, que acrecentaba su altura y hermosura; tenía de hueco por derecho más de sesenta pies, llamaban la sunturhuasi, que es cosa o pieza aventajada. No había edificio alguno arrimado a él. En mis tiempo
s se derribó por desembarazar la plaza, como ahora está, porque entraba algo en ella, pero no pareciera mal la plaza con tal pieza a su lado, cuanto más que no le ocupaba nada. En este tiempo está en aquel sitio el colegio de la santa Compañía de Jesús como ya lo dijimos en otra parte” (Garcilaso de la Vega 1960: 60–61 [1609, Pt. 2, Bk. 1, Ch. 32]).

  58. Guaman Poma de Ayala finished his Primer nueva corónica . . . in 1615, when he was in his eighties. He would have been in his mid-twenties when Garcilaso de la Vega left Cuzco.

 

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