porque por las azoteas,
agrupados en los bares,
saliendo en racimos de las alcantarillas,
temblando entre las piernas de los chauffeurs
o girando en las plataformas del ajenjo,
los maricas, Walt Whitman, te señalan.
¡También ese! ¡También! Y se despeñan
sobre tu barba luminosa y casta,
rubios del norte, negros de la arena,
muchedumbres de gritos y ademanes,
como gatos y como las serpientes,
los maricas, Walt Whitman, los maricas
turbios de lágrimas, carne para fusta,
bota o mordisco de los domadores.
Not for one moment, beautiful old Walt Whitman,
have I not seen your beard full of butterflies,
or your corduroy shoulders worn away by the moon,
or your virginal Apollo thighs,
or your voice like a column of ash;
beautiful old man like the mist,
who cried like a bird
with its sex pierced by a needle.
Enemy of the satyr,
enemy of the vine
and lover of bodies under coarse cloth.
Not for one moment, virile beauty
on mountains of coal, billboards, and railroads,
did you dream of being a river and sleeping like a river
with that comrade who would place in your chest
the small sorrow of an ignorant leopard.
Not for a single moment, macho Adam of blood,
man alone at sea, beautiful old Walt Whitman,
because on rooftops,
gathered in bars,
leaving the sewers in bunches,
trembling between the legs of chauffeurs,
or spinning on platforms of absinthe,
the queers, Walt Whitman, are pointing at you.
That one, too! That one! And they hurl themselves
on your chaste and luminous beard,
blonds from the north, blacks from the sands,
crowds of cries and gestures
like cats and like snakes,
the queers, Walt Whitman, the queers,
their troubled tears, meat for the whip,
the boot or bite of their masters.
¡También ese! ¡También! Dedos teñidos
apuntan a la orilla de tu sueño
cuando el amigo come tu manzana
con un leve sabor de gasolina
y el sol canta por los ombligos
de los muchachos que juegan bajo los puentes.
Pero tú no buscabas los ojos arañados,
ni el pantano oscurísimo donde sumergen a los niños,
ni la saliva helada,
ni las curvas heridas como panza de sapo
que llevan los maricas en coches y terrazas
mientras la luna los azota por las esquinas del terror.
Tú buscabas un desnudo que fuera como un río,
toro y sueño que junte la rueda con el alga,
padre de tu agonía, camelia de tu muerte,
y gimiera en las llamas de tu ecuador oculto.
Porque es justo que el hombre no busque su deleite
en la selva de sangre de la mañana próxima.
El cielo tiene playas donde evitar la vida
y hay cuerpos que no deben repetirse en la aurora.
Agonía, agonía, sueño, fermento y sueño.
Este es el mundo, amigo, agonía, agonía.
Los muertos se descomponen bajo el reloj de las ciudades,
la guerra pasa llorando con un millón de ratas grises,
los ricos dan a sus queridas
pequeños moribundos iluminados,
y la vida no es noble, ni buena, ni sagrada.
Puede el hombre, si quiere, conducir su deseo
por vena de coral o celeste desnudo.
Mañana los amores serán rocas y el Tiempo
una brisa que viene dormida por las ramas.
That one too! That one! Stained fingers
point at the shore of your dream,
when a friend eats your apple
with a slight taste of gasoline
and the sun sings in the navels
of the young men playing under the bridge.
But you weren’t looking for scratched eyes,
or the darkest swamp where they submerge the boys,
or the frozen saliva,
or the curved wounds like the belly of a toad
the queers wear in cars and on terraces
while the moon whips them through the corners of terror.
You looked for a nude that might be a river
and moan in the flames of your hidden equator,
bull and dream that join the wheel with seaweed,
father of your agony, camellia of your death.
Because it’s fitting that a man not seek his pleasure
in the bloody jungles of tomorrow morning.
The sky has beaches where life is avoided
and there are bodies that shouldn’t repeat themselves at dawn.
Agony, agony, dream, ferment, and dream.
This is the world, friend, agony.
The dead decompose below the clocks of the cities,
war passes weeping with a million gray rats,
the rich give their lovers
small illuminated deaths,
and life is not noble, or good, or sacred.
If he wishes, man can guide his desires
through a vein of coral or naked blue sky.
Tomorrow the lovers will be stone and Time
a breeze that walks sleeping through the branches.
Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whitman,
contra el niño que escribe
nombre de niña en su almohada,
ni contra el muchacho que se viste de novia
en la oscuridad del ropero,
ni contra los solitarios de los casinos
que beben con asco el agua de la prostitución,
ni contra los hombres de mirada verde
que aman al hombre y queman sus labios en silencio.
Pero sí contra vosotros, maricas de las ciudades,
de carne tumefacta y pensamiento inmundo,
madres de lodo, arpías, enemigos sin sueño
del Amor que reparte coronas de alegría.
Contra vosotros siempre, que dais a los muchachos
gotas de sucia muerte con amargo veneno.
Contra vosotros siempre,
Faeries de Norteamérica,
Pájaros de la Habana,
Jotos de Méjico,
Sarasas de Cádiz,
Apios de Sevilla,
Cancos de Madrid,
Floras de Alicante,
Adelaidas de Portugal.
¡Maricas de todo el mundo, asesinos de palomas!
Esclavos de la mujer, perras de sus tocadores,
abiertos en las plazas con fiebre de abanico
o emboscados en yertos paisajes de cicuta.
¡No haya cuartel! La muerte
mana de vuestros ojos
y agrupa flores grises en la orilla del cieno.
¡No haya cuartel! ¡Alerta!
And so, I don’t raise my voice, old Walt Whitman,
against the boy who writes
a girl’s name on his pillow,
or against the young man who dresses like a bride
in the darkness of his closet,
or the solitary men in the casinos
who drink with disgust the water of prostitution,
or the green men who leer, who love
other men and burn their lips in silence.
But I will against you, queers of the cities,
of tumescent flesh and filthy thought,
mothers of mud, harpies, dreamless enemies
of the Love that delivers crowns of joy.
Against you always, who give young men
drops of dirty
death with bitter poison.
Against you always,
Fairies of North America,
Pájaros of Havana,
Jotos of Mexico,
Sarasas of Cádiz,
Apios of Seville,
Cancos of Madrid,
Floras of Alicante,
Adelaidas of Portugal.
Queers of the world, assassins of doves!
Slaves of women, bitches of their dressing rooms,
open in the plazas with a fan-like fever
or ambushed in stiff landscapes of hemlock.
No mercy! Death
pours out of your eyes
and clusters gray flowers on the shores of filth.
No mercy! Look!
Que los confundidos, los puros,
los clásicos, los señalados, los suplicantes
os cierren las puertas de la bacanal.
Y tú, bello Walt Whitman, duerme a orillas del
Hudson
con la barba hacia el polo y las manos abiertas.
Arcilla blanda o nieve, tu lengua está llamando
camaradas que velen tu gacela sin cuerpo.
Duerme, no queda nada.
Una danza de muros agita las praderas
y América se anega de máquinas y llanto.
Quiero que el aire fuerte de la noche más honda
quite flores y letras del arco donde duermes
y un niño negro anuncie a los blancos del oro
la llegada del reino de la espiga.
Let the confused, the pure,
the classical, the chosen, the supplicants
shut on you the doors of the bacchanal.
And you, beautiful Walt Whitman, sleep on the shores of the
Hudson
with your beard pointed toward the pole and your hands open.
Soft clay or snow, your tongue is calling
comrades to watch over your bodiless gazelle.
Sleep: nothing remains.
A dance of walls shakes the prairies
and America sinks into machines and tears.
I want the strong airs of deepest night
to remove the flowers and letters from the arch where you sleep
and a black boy to announce to the white golden ones
the arrival of the kingdom of grain.
IX
Huida de Nueva York
Dos valses hacia la civilización
IX
Flight from New York
Two Waltzes Toward Civilization
PEQUEÑO VALS VIENÉS
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
SMALL VIENNESE WALTZ
In Vienna there are ten girls,
a shoulder on which death is sobbing
and a forest of dried-out pigeons.
There is a fragment of morning
in the museum of frost.
There is a salon with a thousand windows.
Ay!
Take this waltz with your mouth closed.
This waltz, this waltz,
about itself, about death and cognac
that wets its tail in the sea.
I love you, I love you,
with the armchair and the dead book,
through the melancholy hallway,
in the dark attic of lilies,
on our bed of the moon
and the dance dreamed by the tortoise.
Ay!
Take this waltz of the broken waist.
In Vienna there are four mirrors
where your mouth and the echoes play.
There is death for the piano
that paints the boys blue.
There are beggars on rooftops.
There are fresh garlands of weeping.
Ay!
Take this waltz that dies in my arms.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del «Te quiero siempre».
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
Because I want you, my love,
in the attic where the children play,
dreaming the old lights of Hungary
through the rumors of the warm afternoon,
seeing lambs and lilies of snow,
in the dark silence of your forehead.
Ay!
Take this waltz called “I love you always.”
In Vienna I’ll dance with you
wearing a disguise
with the head of a river.
Look at the hyacinth shores I wear!
I will leave my mouth between your legs,
my soul in photographs and white lilies.
In the dark waves of your journey
I want, my love, to leave
—violin and tomb—the ribbons of waltz.
VALS EN LAS RAMAS
Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
una a una
dos a dos
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh golfo sin hormigas del amanecer!
WALTZ IN THE BRANCHES
A leaf fell
and two
and three.
A fish was swimming through the moon.
The water sleeps an hour
and the white sea sleeps one hundred.
The woman
was dead on the branch.
The nun
sang inside a grapefruit.
The girl
went from pine to pinecone.
And the pine
> sought the trill’s tiny feather.
But all around the nightingale
wept its wounds.
And I did too
because a leaf fell
and two
and three.
And a crystal head
and a paper violin
and the snow could deal with the world
one by one
two by two
and three by three.
O hard ivory of invisible flesh!
O ant-less gulf of dawn!
Con el muu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas
y el gloo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.
With the muu of the branches
with the ay of the ladies
and the cro of the frogs,
and the yellow gloo of honey.
A torso of shadow will come,
crowned with laurel.
For the wind the sky will be
hard as a wall
and the stripped branches
will dance away with it.
One by one
around the moon,
two by two
around the sun,
and three by three
so the ivories sleep.
X
El Poeta llega a la Habana
A don Fernando Ortiz
X
The Poet Arrives in Havana
To Don Fernando Ortiz
SON DE NEGROS EN CUBA
Cuando llegue la luna llena
iré a Santiago de Cuba.
Iré a Santiago.
En un coche de agua negra.
Iré a Santiago.
Cantarán los techos de palmera.
Iré a Santiago.
Cuando la palma quiere ser cigüeña.
Iré a Santiago.
Y cuando quiere ser medusa el plátano.
Iré a Santiago.
Con la rubia cabeza de Fonseca.
Iré a Santiago.
Y con la rosa de Romeo y Julieta.
Iré a Santiago.
Mar de papel y plata de monedas.
Iré a Santiago.
¡Oh Cuba, oh ritmo de semillas secas!
Iré a Santiago.
¡Oh cintura caliente y gota de madera!
Iré a Santiago.
¡Arpa de troncos vivos, caimán, flor de tabaco!
Iré a Santiago.
Siempre dije que yo iría a Santiago
en un coche de agua negra.
Iré a Santiago.
Poet in New York Page 11