The Captain's Verses

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The Captain's Verses Page 6

by Pablo Neruda


  you had no Party, no country.

  And now walking at my side

  you see that life goes with me

  and that behind us is death.

  Now you can’t dance any more

  with your silk dress in the ballroom.

  You’ll wear out your shoes,

  but you’ll grow on the march.

  You have to walk on thorns

  leaving little drops of blood.

  Kiss me again, beloved.

  Clean that gun, comrade.

  NO SÓLO EL FUEGO

  Ay sí, recuerdo,

  ay tus ojos cerrados

  como llenos por dentro de luz negra,

  todo tu cuerpo como una mano abierta,

  como un racimo blanco de la luna,

  y el éxtasis,

  cuando nos mata un rayo,

  cuando un puñal nos hiere en las raíces

  y nos rompe una luz la cabellera,

  y cuando

  vamos de nuevo

  volviendo a la vida,

  como si del océano saliéramos,

  como si del naufragio

  volviéramos heridos

  entre las piedras y las algas rojas.

  Pero

  hay otros recuerdos,

  no solo flores del incendio

  sino pequeños brotes

  que aparecen de pronto

  cuando voy en los trenes

  o en las calles.

  Te veo

  lavando mis pañuelos,

  colgando en la ventana

  mis calcetines rotos,

  tu figura en que todo,

  todo el placer como una llamarada

  cayó sin destruirte,

  de nuevo,

  mujercita

  de cada día,

  de nuevo ser humano,

  humildemente humano,

  soberbiamente pobre,

  como tienes que ser para que seas

  no la rápida rosa

  que la ceniza del amor deshace

  sino toda la vida,

  toda la vida con jabón y agujas,

  con el aroma que amo

  de la cocina que tal vez no tendremos

  y en que tu mano entre las papas fritas

  y tu boca cantando en invierno

  mientras llega el asado

  serían para mí la permanencia

  de la felicidad sobre la tierra.

  Ay vida mía,

  no sólo el fuego entre nosotros arde

  sino toda la vida,

  la simple historia,

  el simple amor

  de una mujer y un hombre

  parecidos a todos.

  NOT ONLY THE FIRE

  Ah yes, I remember,

  ah your closed eyes

  as if filled from within with black light,

  your whole body like an open hand,

  like a white cluster from the moon,

  and the ecstacy,

  when a lightningbolt kills us,

  when a dagger wounds us in the roots,

  and a light strikes our hair,

  and when

  again we gradually

  return to life,

  as if we emerged from the ocean,

  as if from the shipwreck

  we returned wounded

  among the stones and the red seaweed.

  But

  there are other memories,

  not only flowers from the fire

  but little sprouts

  that suddenly appear

  when I go on trains

  or in the streets.

  I see you

  washing my handkerchiefs,

  hanging at the window

  my worn-out socks,

  your figure on which everything,

  all pleasure like a flare-up,

  fell without destroying you,

  again,

  little wife

  of every day,

  again a human being,

  humbly human,

  proudly poor,

  as you have to be in order to be

  not the swift rose

  that love’s ash dissolves

  but all of life,

  all of life with soap and needles,

  with the smell that I love

  of the kitchen that perhaps we shall not have

  and in which your hand among the fried potatoes

  and your mouth singing in the winter

  until the roast arrives

  would be for me the permanence

  of happiness on earth.

  Ah my life,

  it is not only the fire that burns between us

  but all of life,

  the simple story,

  the simple love

  of a woman and a man

  like everyone.

  LA MUERTA

  Si de pronto no existes,

  si de pronto no vives,

  yo seguiré viviendo.

  No me atrevo,

  no me atrevo a escribirlo,

  si te mueres.

  Yo seguiré viviendo.

  Porque donde no tiene voz un hombre

  allí, mi voz.

  Donde los negros sean apaleados,

  yo no puedo estar muerto.

  Cuando entren en la cárcel mis hermanos

  entraré yo con ellos.

  Cuando la victoria,

  no mi victoria

  sino la gran victoria

  llegue,

  aunque esté mudo debo hablar:

  yo la veré llegar aunque esté ciego.

  No, perdóname.

  Si tú no vives,

  si tú, querida, amor mío,

  si tú

  te has muerto,

  todas las hojas caerán en mi pecho,

  lloverá sobre mi alma noche y día,

  la nieve quemará mi corazón,

  andaré con frío y fuego y muerte y nieve,

  mis pies querrán marchar hacia donde tú duermes,

  pero

  seguiré vivo,

  porque tú me quisiste sobre todas las cosas

  indomable,

  y, amor, porque tú sabes que soy no sólo un hombre

  sino todos los hombres.

  THE DEAD WOMAN

  If suddenly you do not exist,

  if suddenly you are not living,

  I shall go on living.

  I do not dare,

  I do not dare to write it,

  if you die.

  I shall go on living.

  Because where a man has no voice,

  there, my voice.

  Where blacks are beaten,

  I can not be dead.

  When my brothers go to jail

  I shall go with them.

  When victory,

  not my victory

  but the great victory

  arrives,

  even though I am mute I must speak:

  I shall see it come even though I am blind.

  No, forgive me.

  If you are not living,

  if you, beloved, my love,

  if you

  have died,

  all the leaves will fall on my breast,

  it will rain upon my soul night and day,

  the snow will burn my heart,

  I shall walk with cold and fire and death and snow,

  my feet will want to march toward where you sleep,

  but

  I shall go on living,

  because you wanted me to be, above all things,

  untamable,

  and, love, because you know that I am not just one man

  but all men.

  PEQUEÑA AMÉRICA

  Cuando miro la forma

  de América en el mapa,

  amor, a ti te veo:

  las alturas del cobre en tu cabeza,

  tus pechos, trigo y nieve,

  tu cintura delgada,

  veloces nís que palpitan, dulces

  colinas y praderas

  y en el frío
del sur tus pies terminan

  su geografía de oro duplicado.

  Amor, cuando te toco

  no sólo han recorrido

  mis manos tu delicia

  sino ramas y tierras, frutas y agua,

  la primavera que amo,

  la luna del desierto, el pecho

  de la paloma salvaje,

  la suavidad de las piedras gastadas

  por las aguas del mar o de los ríos

  y la espesura roja

  del matorral en donde

  la sed y el hambre acechan.

  Y así mi patria extensa me recibe,

  pequeña América, en tu cuerpo.

  Aún más, cuando te veo recostada

  veo en tu piel, en tu color de avena,

  la nacionalidad de mi cariño.

  Porque desde tus hombros

  el cortador de caña

  de Cuba abrasadora

  me mira, lleno de sudor oscuro,

  y desde tu garganta

  Pescadores que tiemblan

  en las húmedas casas de la orilla

  me cantan su secreto.

  Y así a lo largo de tu cuerpo,

  pequeña América adorada,

  las tierras y los pueblos

  interrumpen mis besos

  y tu belleza entonces

  no sólo enciende el fuego

  que arde sin consumirse entre nosotros

  sino que con tu amor me está llamando

  y a través de tu vida

  me está dando la vida que me falta

  y al sabor de tu amor se agrega el barro,

  el beso de la tierra que me aguarda.

  LITTLE AMERICA

  When I look at the shape

  of America on the map,

  my love, it is you I see:

  the heights of copper on your head,

  your breasts, wheat and snow,

  your slender waist,

  swift throbbing rivers, sweet

  hills and meadows

  and in the cold of the south your feet end

  its geography of duplicated gold.

  Love, when I touch you

  not only have my hands

  explored your delight

  but boughs and lands, fruits and water,

  the springtime that I love,

  the desert moon, the breast

  of the wild dove,

  the smoothness of stones worn away

  by the waters of the sea or the rivers

  and the red thickness

  of the bush where

  thirst and hunger lie in wait.

  And thus my spacious country welcomes me,

  little America, in your body.

  Still more, when I see you lying down

  I see in your skin, in your oaten color,

  the nationality of my affection.

  Because from your shoulders

  the cane cutter

  of blazing Cuba

  looks at me, covered with dark sweat,

  and from your throat

  fishermen who tremble

  in the damp houses of the shore

  sing to me their secret.

  And so along your body,

  little adored America,

  the lands and the peoples

  interrupt my kisses

  and your beauty then

  not only lights the fire

  that burns unquenched among us

  but with your love it is calling to me

  and across your life

  it is giving me the life that I lack

  and to the taste of your love is added the

  the kiss of the earth that waits for me.

  ODA Y GERMINACIONES

  1

  El sabor de tu boca y el color de tu piel,

  piel, boca, fruta mía de estos días veloces,

  dímelo, fueron sin cesar a tu lado

  por años y por viajes y por lunas y soles

  y tierra y llanto y lluvia y alegría

  o sólo ahora, sólo

  salen de tus raíces

  como a la tierra seca el agua trae

  germinaciones que no conocía,

  o a los labios del cántaro olvidado

  sube en el agua el gusto de la tierra?

  No sé, no me lo digas, no lo sabes.

  Nadie sabe estas cosas.

  Pero acercando todos mis sentidos

  a la luz de tu piel, desapareces,

  te fundes como el ácido

  aroma de una fruta

  y el calor de un camino,

  el olor del maíz que se desgrana,

  la madreselva de la tarde pura,

  los nombres de la tierra polvorienta,

  el perfume infinito de la patria:

  magnolia y matorral, sangre y harina,

  galope de caballos,

  la luna polvorienta de la aldea,

  el pan recién nacido:

  ay todo de tu piel vuelve a mi boca,

  vuelve a mi corazón, vuelve a mi cuerpo,

  y vuelvo a ser contigo

  la tierra que tú eres:

  eres en mí profunda primavera:

  vuelvo a saber en ti cómo germino.

  2

  Años tuyos que yo debí sentir

  crecer cerca de mí como racimos

  hasta que hubieras visto cómo el sol y la tierra

  a mis manos de piedra te hubieran destinado,

  hasta que uva con uva hubieras hecho

  cantar en mis venas el vino.

  El viento o el caballo

  desviándose pudieron

  hacer que yo pasara por tu infancia,

  el mismo cielo has visto cada día,

  el mismo barro del invierno oscuro,

  la enramada sin fin de los ciruelos

  y su dulzura de color morado.

  Sólo algunos kilómetros de noche,

  las distancias mojadas

  de la aurora campestre,

  un puñado de tierra nos separó, los muros

  transparentes

  que no cruzamos, para que la vida,

  después, pusiera todos

  los mares y la tierra

  entre nosotros, y nos acercáramos

  a pesar del espacio,

  paso a paso buscándonos,

  de un océano a otro,

  hasta que vi que el cielo se incendiaba

  y volaba en la luz tu cabellera

  y llegaste a mis besos con el fuego

  de un desencadenado meteoro

  y al fundirte en mi sangre, la dulzura

  del ciruelo salvaje

  de nuestra infancia recibí en mi boca,

  y te apreté a mi pecho como

  si la tierra y la vida recobrara.

  3

  Mi muchacha salvaje, hemos tenido

  que recobrar el tiempo

  y marchar hacia atrás, en la distancia

  de nuestras vidas, beso a beso,

  recogiendo de un sitio lo que dimos

  sin alegría, descubriendo en otro

  el camino secreto

  que iba acercando tus pies a los míos,

  y así bajo mi boca

  vuelves a ver la planta insatisfecha

  de tu vida alargando sus raíces

  hacia mi corazón que te esperaba.

  Y una a una las noches

  entre nuestras ciudades separadas

  se agregan a la noche que nos une.

  La luz de cada día,

  su llama o su reposo,

  nos entregan, sacándolos del tiempo,

  y así se desentierra

  en la sombra o la luz nuestro tesoro,

  y así besan la vida nuestros besos:

  todo el amor en nuestro amor se encierra:

  toda la sed termina en nuestro abrazo.

  Aquí estamos al fin frente a frente,

  nos hemos encontrado,

  no hemos perdido nada.

  Nos hemos recorrido labio a labio,

  hemos cambiado mil veces

&n
bsp; entre nosotros la muerte y la vida,

  todo lo que traíamos

  como muertas medallas

  lo echamos al fondo del mar,

  todo lo que aprendimos

  no nos sirvió de nada:

  comenzamos de nuevo,

  terminamos de nuevo

  muerte y vida.

  Y aquí sobrevivimos,

  puros, con la pureza que nosotros creamos,

  más anchos que la tierra que no pudo extraviarnos,

  eternos como el fuego que arderá

  cuanto dure la vida.

  4

  Cuando he llegado aquí se detiene mi mano.

  Alguien pregunta:—Dime por qué, como las olas

  en una misma costa, tus palabras

  sin cesar van y vuelven a su cuerpo?

  Ella es la sola forma que tú amas?

  Y respondo:—Mis manos no se sacian

  en ella, mis besos no descansan,

  por qué retiraría las palabras

  que repiten la huella de su contacto amado,

  que se cierran guardando

  inútilmente como en la red el agua

  la superficie y la temperatura

  de la ola más pura de la vida?

  Y, amor, tu cuerpo no sólo es la rosa

  que en la sombra o la luna se levanta,

  no sólo es movimiento a quemadura,

  acto de sangre o pétalo del fuego,

  sino que para mí tú me has traído

  mi territorio, el barro de mi infancia,

  las olas de la avena,

  la piel redonda de la fruta oscura

  que arranqué de la selva,

  aroma de maderas y manzanas,

  color de agua escondida donde caen

  frutos secretos y profundas hojas.

  Oh amor, tu cuerpo sube

  como una línea pura de vasija

  desde la tierra que me reconoce

  y cuando te encontraron mis sentidos

  tú palpitaste como si cayeran

  dentro de ti la lluvia y las semillas.

  Ay que me digan cómo

  pudiera yo abolirte

  y dejar que mis manos sin tu forma

  arrancaran el fuego a mis palabras.

  Suave mía, reposa

  tu cuerpo en estas líneas que te deben

  más de lo que me das en tu contacto,

  vive en estas palabras y repite

  en ellas la dulzura y el incendio,

  estremécete en medio de sus sílabas,

 

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