Poet in New York
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para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.
No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.
Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscando
allí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios.
But I don’t want world or dream, divine voice,
I want my freedom, my human love
in the darkest corner of the breeze that no one wants.
My human love!
Those sea dogs chase each other
and the wind stalks careless tree trunks.
Old voice, burn with your tongue
this voice of tin and talc!
I want to cry because I feel like it
as the boys in the back row cry,
because I am not a man or a poet or a leaf
but a wounded pulse that probes the things of the other side.
I want to cry saying my name,
rose, boy, and fir on the shore of this lake,
to say my truth of a man of blood
killing in me the deceit and suggestion of words.
No, I don’t question, I desire,
freed voice of mine that licks my hands.
In the labyrinth of folding screens my nakedness receives
the moon of punishment and the ashen clock.
This is the way I spoke.
This is the way I spoke when Saturn stopped the trains
and the fog and Sleep and Death went looking for me.
They went looking for me
there where the cows low with their bellhop feet
and my body floats balanced between opposites.
CIELO VIVO
Yo no podré quejarme
si no encontré lo que buscaba.
Cerca de las piedras sin jugo y los insectos vacíos
no veré el duelo del sol con las criaturas en carne viva.
Pero me iré al primer paisaje
de choques, líquidos y rumores
que trasmina a niño recién nacido
y donde toda superficie es evitada,
para entender que lo que busco tendrá su blanco de alegría
cuando yo vuele mezclado con el amor y las arenas.
Allí no llega la escarcha de los ojos apagados
ni el mugido del árbol asesinado por la oruga.
Allí todas las formas guardan entrelazadas
una sola expresión frenética de avance.
No puedes avanzar por los enjambres de corolas
porque el aire disuelve tus dientes de azúcar,
ni puedes acariciar la fugaz hoja del helecho
sin sentir el asombro definitivo del marfil.
Allí bajo las raíces y en la médula del aire,
se comprende la verdad de las cosas equivocadas,
el nadador de níquel que acecha la onda más fina
y el rebaño de vacas nocturnas con rojas patitas de mujer.
Yo no podré quejarme
si no encontré lo que buscaba;
pero me iré al primer paisaje de humedades y latidos
para entender que lo que busco tendrá su blanco de alegría
cuando yo vuele mezclado con el amor y las arenas.
LIVING SKY
I won’t complain
if I don’t find what I was looking for.
Near the dried stones and the empty insects
I won’t see the sun dueling with creatures of living flesh.
But I’ll go to the first landscape
of shocks, liquids and murmurs
that smell of a newborn child,
and there where surface is avoided
to understand what I seek must have a target of joy
as I fly in the midst of love and sand.
The frost of spent eyes doesn’t reach there
or the bellow of a tree murdered by the worm.
All forms are interlaced there
with the same frenetic expression of progress.
You can’t advance through the swarms of corollas
because the air dissolves your sugar teeth
or caress the fleeting fern leaf
without feeling the ultimate ivory surprise.
There, under the roots, in the medulla of air,
we understand the truth of mistaken things,
the chrome swimmer who spies the finest wave
and the flock of nocturnal cattle with the tiny red feet of a woman.
I won’t complain
if I don’t find what I was looking for,
but I’ll go to the first landscape of dampness and pulse
to understand what I seek must have a target of joy
as I fly in the midst of love and sand.
Vuelo fresco de siempre sobre lechos vacíos,
sobre grupos de brisas y barcos encallados.
Tropiezo vacilante por la dura eternidad fija
y amor al fin sin alba. Amor. ¡Amor visible!
Eden Mills, Vermont, 24 agosto 1929
I fly in cool air over empty beds,
over collected breezes and ships run aground.
I stumble, waver, through hard, fixed eternity
and a love at last without dawn. Love. Visible love!
Eden Mills, Vermont
August 24, 1929
V
En la cabaña del Farmer
(Campo de Newburg)
A Concha Méndez y Manuel Altolaguirre
V
In the Farmer’s Cabin
(Newburgh Countryside)
To Concha Méndez and Manuel Altolaguirre
EL NIÑO STANTON
Do you like me?
—Yes, and you?
—Yes, yes.
Cuando me quedo solo
me quedan todavía tus diez años,
los tres caballos ciegos,
tus quince rostros con el rostro de la pedrada
y las fiebres pequeñas heladas sobre las hojas del maíz.
Stanton, hijo mío, Stanton.
A las doce de la noche el cáncer salía por los pasillos
y hablaba con los caracoles vacíos de los documentos,
el vivísimo cáncer lleno de nubes y termómetros
con su casto afán de manzana para que lo piquen los
ruiseñores.
En la casa donde hay un cáncer
se quiebran las blancas paredes en el delirio de la astronomía
y por los establos más pequeños y en las cruces de los bosques
brilla por muchos años el fulgor de la quemadura.
Mi dolor sangraba por las tardes
cuando tus ojos eran dos muros,
cuando tus manos eran dos países
y mi cuerpo rumor de hierba.
Mi agonía buscaba su traje,
polvorienta, mordida por los perros,
y tú la acompañaste sin temblar
hasta la puerta del agua oscura.
¡Oh mi Stanton, idiota y bello entre los pequeños animalitos,
con tu madre fracturada por los herreros de las aldeas,
con un hermano bajo los arcos,
THE BOY STANTON
Do you like me?
—Yes, and you?
—Yes, yes.
When I am alone
your ten years still are with me,
the three blind horses,
your fifteen faces with the face of flung stone
and the small fevers frozen on leaves of corn.
Stanton, my son, Stanton.
At midnight, the cancer came through the hallways
and talked with the empty seashells of documents,
<
br /> the most living cancer full of clouds and thermometers
with the chaste eagerness of an apple the nightingales peck.
In the house where there’s a cancer
the white walls break in the delirium of astronomy
and in the smallest stables and the crossroads of the forest
for many years the burning splendor glows.
My sorrow bloodied the afternoons
when your eyes were two walls,
when your hands were two countries,
and my body a murmur of grass.
My agony sought its clothing,
dusty, dog-bitten,
and you accompanied it without trembling
to the door of dark water.
O, my Stanton, idiotic and beautiful among the smallest
animals,
with your mother broken by the town’s blacksmiths,
with a brother under the arches,
otro comido por los hormigueros,
y el cáncer sin alambradas latiendo por las habitaciones!
Hay nodrizas que dan a los niños
ríos de musgo y amargura de pie
y algunas negras suben a los pisos para repartir filtro
de rata.
Porque es verdad que la gente
quiere echar las palomas a las alcantarillas
y yo sé lo que esperan los que por la calle
nos oprimen de pronto las yemas de los dedos.
Tu ignorancia es un monte de leones, Stanton.
El día que el cáncer te dio una paliza
y te escupió en el dormitorio donde murieron los huéspedes
en la epidemia
y abrió su quebrada rosa de vidrios secos y manos blandas
para salpicar de lodo las pupilas de los que navegan,
tú buscaste en la hierba mi agonía,
mi agonía con flores de terror,
mientras que el agrio cáncer mudo que quiere acostarse contigo
pulverizaba rojos paisajes por las sábanas de amargura,
y ponía sobre los ataúdes
helados arbolitos de ácido bórico.
Stanton, vete al bosque con tus arpas judías,
vete para aprender celestiales palabras
que duermen en los troncos, en nubes, en tortugas,
en los perros dormidos, en el plomo, en el viento,
en lirios que no duermen, en aguas que no copian,
para que aprendas, hijo, lo que tu pueblo olvida.
Cuando empiece el tumulto de la guerra
dejaré un pedazo de queso para tu perro en la oficina.
Tus diez años serán las hojas
que vuelan en los trajes de los muertos,
another eaten on the anthills,
and the unwired cancer beating through the bedrooms!
There are wet-nurses who give the children
rivers of moss and bitterness of foot
and some black women who go up to the apartments to put out
rat potion.
Because it’s true that the people
want to throw the doves down the sewers
and I know what they wait for, those on the street
who suddenly press the tips of our fingers.
Your ignorance is a mountain of lions, Stanton.
The day that the cancer gave you a beating
it spit at you in the bedroom where the guests died in the
epidemic.
It opened its broken rose of dry crystal and soft hands
to splash mud in the pupils of those who sail.
You looked in the grass for my agony,
my agony with flowers of terror,
while the sour, mute cancer that wants to sleep with you
pulverized red landscapes on the bedsheets of bitterness,
and placed on the coffins
small frozen trees of boric acid.
Stanton, go to the forest with your Jew’s harp,
go learn the heavenly words
that sleep in the trunks, in clouds, in tortoises,
in sleeping dogs, in lead, in the wind,
in the sleepless lilies, in unrepeating waters,
so that you learn, son, what your people forget.
When the tumult of war begins
I’ll leave a piece of cheese for your dog in the office.
Your ten years will be the leaves
that fly in the clothes of the dead,
diez rosas de azufre débil
en el hombro de mi madrugada.
Y yo, Stanton, yo solo, en olvido,
con tus caras marchitas sobre mi boca,
iré penetrando a voces las verdes estatuas de la Malaria.
ten roses of weak sulfur
on the shoulder of my dawn.
And I, Stanton, I alone will go, forgotten,
with your faded faces over my mouth,
loudly piercing the green statues of Malaria.
VACA
A Luis Lacasa
Se tendió la vaca herida.
Árboles y arroyos trepaban por sus cuernos.
Su hocico sangraba en el cielo.
Su hocico de abejas
bajo el bigote lento de la baba.
Un alarido blanco puso en pie la mañana.
Las vacas muertas y las vivas,
rubor de luz o miel de establo,
balaban con los ojos entornados.
Que se enteren las raíces
y aquel niño que afila su navaja
de que ya se pueden comer la vaca.
Arriba palidecen
luces y yugulares.
Cuatro pezuñas tiemblan en el aire.
Que se entere la luna
y esa noche de rocas amarillas:
que ya se fue la vaca de ceniza.
Que ya se fue balando
por el derribo de los cielos yertos
donde meriendan muerte los borrachos.
COW
To Luis Lacasa
The wounded cow lay down.
Trees and streams climbed up its horns.
Its muzzle bled in the sky.
Its muzzle of bees
under the slow mustache of drool.
A white scream brought the morning to its feet.
The dead cows and the living,
flush of light or honey from the stable,
lowed with eyes half-closed.
Let the roots know
and that boy who sharpens his blade
that now they can eat the cow.
Above, lights
and jugulars grow pale.
Four hoofs tremble in midair.
Let the moon know
and that night of yellow rocks:
that the ashen cow’s already gone.
That it went lowing
through the rubble of the stiff sky
where the drunks snack on death.
NIÑA AHOGADA EN EL POZO
(Granada y Newburg)
Las estatuas sufren por los ojos con la oscuridad de los ataúdes,
pero sufren mucho más por el agua que no desemboca.
Que no desemboca.
El pueblo corría por las almenas rompiendo las cañas de los
pescadores.
¡Pronto! ¡Los bordes! ¡De prisa! Y croaban las estrellas
tiernas.
… que no desemboca.
Tranquila en mi recuerdo, astro, círculo, meta,
lloras por las orillas de un ojo de caballo.
… que no desemboca.
Pero nadie en lo oscuro podrá darte distancias,
sino afilado límite, porvenir de diamante.
… que no desemboca.
Mientras la gente busca silencios de almohada
tú lates para siempre definida en tu anillo.
… que no desemboca.
Eterna en los finales de unas ondas que aceptan
combate de raíces y soledad prevista.
… que no desemboca.
¡Ya vienen por las rampas! ¡Le
vántate del agua!
¡Cada punto de luz te dará una cadena!
… que no desemboca.
GIRL DROWNED IN THE WELL
(Granada and Newburgh)
The statues suffer with their eyes the darkness of coffins
but suffer even more from the water not flowing to the sea.
Not flowing.
The people ran to the battlements, breaking the fishermen’s
poles.
Hurry! To the edges! Quickly! And from the tender stars,
croaking, croaking
… not flowing.
Tranquil in my memory, star, circle, end,
you weep on the shores of a horse’s eye
… not flowing.
But no one in the dark could give you distance,
instead a sharp limit, future of diamond
… not flowing.
While the people seek the silences of a pillow
you beat forever, defined by your ring
… not flowing.
Eternal in final waves that accept
the combat of roots and foreseen solitude
… not flowing.
Now they come down the ramps! Rise up from the water!
Each point of light will give you a chain!
… not flowing.
Pero el pozo te alarga manecitas de musgo,
insospechada ondina de su casta ignorancia.
… que no desemboca.
No, que no desemboca. Agua fija en un punto,
respirando con todos sus violines sin cuerdas
en la escala de las heridas y los edificios deshabitados.
¡Agua que no desemboca!
The well reaches for you with small hands of moss,
a sprite unaware of its chaste ignorance
… not flowing.
No, it’s not flowing. Water fixed at a point,
breathing with all the string-less violins
on the scale of wounds and abandoned buildings.
Water not flowing to the sea.
VI
Introducción a la muerte
Poemas de la soledad en Vermont
Para Rafael Sánchez Ventura
VI
Introduction to Death
Poems of Solitude in Vermont
For Rafael Sánchez Ventura
MUERTE
A Luís de la Serna
¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,