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Poet in New York

Page 8

by Frederico Garcia Lorca


  ¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,

  ¡qué rosa gris levanta de su belfo!

  Y la rosa,

  ¡qué rebaño de luces y alaridos

  ata en el vivo azúcar de su tronco!

  Y el azúcar,

  ¡qué puñalitos sueña en su vigilia!

  Y los puñales diminutos,

  ¡qué luna sin establos, qué desnudos,

  piel eterna y rubor, andan buscando!

  Y yo, por los aleros,

  ¡qué serafín de llamas busco y soy!

  Pero el arco de yeso,

  ¡qué grande, qué invisible, qué diminuto!,

  sin esfuerzo.

  DEATH

  For Luis de la Serna

  It’s hard!

  Hard for the horse to be dog!

  Hard for the dog to be swallow!

  Hard for the swallow to be bee!

  Hard for the bee to be horse!

  And the horse,

  what sharp arrow it squeezes from the rose!

  what gray rose rises from its lips!

  And the rose,

  what flock of lights and howls

  bound in the living sugar of its stem!

  And the sugar,

  what small daggers it dreams in its vigil!

  And the diminutive daggers,

  what moon without stables, what nudes,

  what flushed, eternal skin they seek!

  And I, on the eaves,

  what seraph of flame I seek and am!

  But the plaster arch:

  Large. Invisible. Minute.

  So effortless!

  NOCTURNO DEL HUECO

  I.

  Para ver que todo se ha ido,

  para ver los huecos y los vestidos,

  ¡dame tu guante de luna,

  tu otro guante perdido en la hierba,

  amor mío!

  Puede el aire arrancar los caracoles

  muertos sobre el pulmón del elefante

  y soplar los gusanos ateridos

  de las yemas de luz o las manzanas.

  Los rostros bogan impasibles

  bajo el diminuto griterío de las yerbas

  y en el rincón está el pechito de la rana

  turbio de corazón y mandolina.

  En la gran plaza desierta

  mugía la bovina cabeza recién cortada

  y eran duro cristal definitivo

  las formas que buscaban el giro de la sierpe.

  Para ver que todo se ha ido

  dame tu mudo hueco, ¡amor mío!

  Nostalgia de academia y cielo triste.

  ¡Para ver que todo se ha ido!

  Dentro de ti, amor mío, por tu carne,

  ¡qué silencio de trenes bocaarriba!,

  ¡cuánto brazo de momia florecido!,

  ¡qué cielo sin salida, amor, qué cielo!

  NOCTURNE OF THE HOLE

  I.

  To see that everything has gone,

  to see the holes and dresses,

  give me your moon glove,

  your other glove lost in the grass,

  my love!

  The air can tear the dead snails

  off the elephant’s lung

  and fan the cold, numb worms

  from the buds of light or the apples.

  The impassive faces row

  under the small screams of grass,

  and in the corner is the frog’s small chest

  troubled by heart and mandolin.

  In the great deserted plaza

  the bovine head, newly severed, bellowed,

  and the shapes were hard definitive crystal

  searching for the serpent’s coil.

  To see that everything has gone,

  give me your mute hole, my love!

  Nostalgia of academy and sad sky.

  To see that everything has gone!

  Inside you, my love, through your flesh,

  is the silence of upturned trains,

  the flowered arm of a mummy,

  the sky without exit, love, the sky!

  Es la piedra en el agua y es la voz en la brisa

  bordes de amor que escapan de su tronco sangrante.

  Basta tocar el pulso de nuestro amor presente

  para que broten flores sobre los otros niños.

  Para ver que todo se ha ido.

  Para ver los huecos de nubes y ríos.

  Dame tus manos de laurel, amor.

  ¡Para ver que todo se ha ido!

  Ruedan los huecos puros, por mí, por ti, en el alba

  conservando las huellas de las ramas de sangre

  y algún perfil de yeso tranquilo que dibuja

  instantáneo dolor de luna apuntillada.

  Mira formas concretas que buscan su vacío.

  Perros equivocados y manzanas mordidas.

  Mira el ansia, la angustia de un triste mundo fósil

  que no encuentra el acento de su primer sollozo.

  Cuando busco en la cama los rumores del hilo

  has venido, amor mío, a cubrir mi tejado.

  El hueco de una hormiga puede llenar el aire,

  pero tú vas gimiendo sin norte por mis ojos.

  No, por mis ojos no, que ahora me enseñas

  cuatro ríos ceñidos en tu brazo,

  en la dura barraca donde la luna prisionera

  devora a un marinero delante de los niños.

  Para ver que todo se ha ido

  ¡amor inexpugnable, amor huido!

  No, no me des tu hueco,

  ¡que ya va por el aire el mío!

  ¡Ay de ti, ay de mí, de la brisa!

  Para ver que todo se ha ido.

  It’s the stone in water and it’s the voice in the breeze,

  limits of love that escape their bleeding trunk.

  It’s enough to touch the pulse of our present love

  so that flowers may bloom over other children.

  To see that everything has gone.

  To see the holes of clouds and rivers.

  Give me your laurel hands, love.

  To see that everything has gone.

  The pure holes roll in me, in you, at dawn,

  keeping the traces of the branches of blood

  and some profile of quiet plaster drawing

  the instant pain of the punctured moon.

  Look at concrete shapes seeking their void.

  Mistaken dogs and bitten apples.

  Look at the longing, the anguish of a sad fossil world

  that cannot find the accent of its first sob.

  When I look in bed for the murmurs of thread,

  you’ve come, my love, to cover my roof.

  An ant hole can fill the air,

  but you go moaning without north in my eyes.

  No, not in my eyes, now that you show me

  four narrow rivers circling your arm,

  in the crude shack where the imprisoned moon

  devours a sailor in front of the children.

  To see that everything has gone,

  love unassailable, fleeting love!

  No, don’t give me your hole

  now that mine goes through the air!

  Ay de ti, ay de mí, pity the breeze!

  To see that everything has gone.

  II.

  Yo.

  Con el hueco blanquísimo de un caballo,

  crines de ceniza. Plaza pura y doblada.

  Yo.

  Mi hueco traspasado con las axilas rotas.

  Piel seca de uva neutra y amianto de madrugada.

  Toda la luz del mundo cabe dentro de un ojo.

  Canta el gallo y su canto dura más que sus alas.

  Yo.

  Con el hueco blanquísimo de un caballo.

  Rodeado de espectadores que tienen hormigas en las palabras.

  En el circo del frío sin perfil mutilado.

  Por los capiteles rotos de las mejillas desangradas.

  Yo.

  Mi hueco sin ti, ciudad, sin tus muertos que comen.


  Ecuestre por mi vida definitivamente anclada.

  Yo.

  No hay siglo nuevo ni luz reciente.

  Solo un caballo azul y una madrugada.

  II.

  I.

  With the whitest hole of a horse,

  ashen manes. Plaza pure and doubled.

  I.

  My hole run through with broken armpits.

  Dry skin of a neuter grape and amianthus of dawn.

  All the light of the world fits inside an eye.

  The rooster crows and his song lasts longer than his wings.

  I.

  With the whitest hole of a horse.

  Surrounded by spectators with ants in their words.

  In the circus of cold without a mutilated profile.

  Through the broken capitals of bled cheeks.

  I.

  My hole without you, city, without your dead who eat.

  Equestrian through my fully anchored life.

  I.

  There’s no new century or recent light.

  Only a blue horse and dawn.

  PAISAJE CON DOS TUMBAS Y UN PERRO ASIRIO

  Amigo,

  levántate para que oigas aullar

  al perro asirio.

  Las tres ninfas del cáncer han estado bailando,

  hijo mío.

  Trajeron unas montañas de lacre rojo

  y unas sábanas duras donde estaba el cáncer dormido.

  El caballo tenía un ojo en el cuello

  y la luna estaba en un cielo tan frío

  que tuvo que desgarrarse su monte de Venus

  y ahogar en sangre y ceniza los cementerios antiguos.

  Amigo,

  despierta, que los montes todavía no respiran

  y las hierbas de mi corazón están en otro sitio.

  No importa que estés lleno de agua de mar.

  Yo amé mucho tiempo a un niño

  que tenía una plumilla en la lengua

  y vivimos cien años dentro de un cuchillo.

  Despierta. Calla. Escucha. Incorpórate un poco.

  El aullido

  es una larga lengua morada que deja

  hormigas de espanto y licor de lirios.

  Ya viene hacia la roca. ¡No alargues tus raíces!

  Se acerca. Gime. No solloces en sueños, amigo.

  ¡Amigo!

  Levántate para que oigas aullar

  al perro asirio.

  LANDSCAPE WITH TWO TOMBS AND AN ASSYRIAN DOG

  Friend,

  get up so you can hear

  the Assyrian dog howl.

  The three nymphs of cancer have been dancing,

  my son.

  They brought mountains of red sealing wax

  and hard sheets where cancer slept.

  The horse had an eye on his neck

  and the moon was in a sky so cold

  she had to tear apart her Venus mound

  and drown the ancient cemeteries in blood and ash.

  Friend,

  wake up, for the mountains still don’t breathe

  and the grasses of my heart are in another place.

  It doesn’t matter you are full of seawater.

  For a long time I loved a boy

  who had a feather on his tongue

  and we lived a hundred years inside a knife.

  Wake up. Be quiet. Listen. Sit up a little.

  The howl

  is a long purple tongue that leaves

  ants of dread and liquor of lilies.

  It’s coming to the rock. Don’t stretch your roots!

  It’s coming. It moans. Don’t cry in your dreams, friend.

  Friend!

  Get up so you can hear

  the Assyrian dog howl.

  RUINA

  A Regino Sainz de la Maza

  Sin encontrarse,

  viajero por su propio torso blanco,

  ¡así iba el aire!

  Pronto se vio que la luna

  era una calavera de caballo

  y el aire una manzana oscura.

  Detrás de la ventana

  con látigos y luces se sentía

  la lucha de la arena con el agua.

  Yo vi llegar las hierbas

  y les eché un cordero que balaba

  bajo sus dientecillos y lancetas.

  Volaba dentro de una gota

  la cáscara de pluma y celuloide

  de la primera paloma.

  Las nubes en manada

  se quedaron dormidas contemplando

  el duelo de las rocas con el alba.

  Vienen las hierbas, hijo.

  Ya suenan sus espadas de saliva

  por el cielo vacío.

  Mi mano, amor. ¡Las hierbas!

  Por los cristales rotos de la casa

  la sangre desató sus cabelleras.

  RUIN

  To Regino Sainz de la Maza

  Unknown to itself

  a traveler through its own white torso,

  so went the air!

  Soon we saw the moon

  was a horse’s skull

  and the air a dark apple.

  Behind the window

  with whips and lights, we felt

  the struggle of sand with water.

  I saw the grasses arrive

  and I threw at them a lamb bleating

  under their tiny teeth and lancets.

  In a drop flew

  the feather’s shell and the celluloid

  of the first dove.

  The clouds in a herd

  remained asleep, contemplating

  the duel of the rocks with dawn.

  The grasses come, son.

  Already their swords of saliva sound

  in the empty sky.

  My hand, love. The grasses!

  Through the broken windows of the house

  blood loosened its long hair.

  Tú solo y yo quedamos.

  Prepara tu esqueleto para el aire.

  Yo solo y tú quedamos.

  Prepara tu esqueleto.

  Hay que buscar de prisa, amor, de prisa,

  nuestro perfil sin sueño.

  You alone and I remain.

  Prepare your skeleton for the air.

  I alone and you remain.

  Prepare your skeleton.

  One must look quickly, love, quickly,

  for our profile without sleep.

  LUNA Y PANORAMA DE LOS INSECTOS

  (Poema de amor)

  La luna en el mar riela,

  en la lona gime el viento

  y alza en blando movimiento

  olas de plata y azul.

  —Espronceda

  Mi corazón tendría la forma de un zapato

  si cada aldea tuviera una sirena.

  Pero la noche es interminable cuando se apoya en los enfermos

  y hay barcos que buscan ser mirados para poder hundirse

  tranquilos.

  Si el aire sopla blandamente

  mi corazón tiene la forma de una niña.

  Si el aire se niega a salir de los cañaverales

  mi corazón tiene la forma de una milenaria boñiga de toro.

  Bogar, bogar, bogar, bogar,

  hacia el batallón de puntas desiguales,

  hacia un paisaje de acechos pulverizados.

  Noche igual de la nieve, de los sistemas suspendidos.

  Y la luna.

  ¡La luna!

  Pero no la luna.

  La raposa de las tabernas,

  el gallo japonés que se comió los ojos,

  las hierbas masticadas.

  MOON AND PANORAMA OF THE INSECTS

  (Love Poem)

  On the ocean the moon shimmers,

  on the canvas the wind moans

  and lifts in slow modulation

  waves of silver and blue.

  —Espronceda

  My heart would have the shape of a shoe

  if every village had a siren.

  But night is endless when it leans on the sick

>   and there are ships that long to be seen before they sink

  in peace.

  If the air blows softly

  my heart has the shape of a girl.

  If the air refuses to leave the cane fields

  my heart has the shape of a bull’s millennial dung.

  To row, to row

  toward the battalion of unequal points,

  toward a landscape of pulverized stalking.

  Night of equal snow, of systems suspended.

  And the moon.

  The moon!

  But not the moon.

  The vixen in the taverns,

  the Japanese rooster that ate its eyes,

  the masticated grass.

  No nos salvan las solitarias en los vidrios,

  ni los herbolarios donde el metafísico

  encuentra las otras vertientes del cielo.

  Son mentira las formas. Solo existe

  el círculo de bocas del oxígeno.

  Y la luna.

  Pero no la luna.

  Los insectos,

  los muertos diminutos por las riberas,

  dolor en longitud,

  yodo en un punto,

  las muchedumbres en el alfiler,

  el desnudo que amasa la sangre de todos,

  y mi amor que no es un caballo ni una quemadura,

  criatura de pecho devorado.

  ¡Mi amor!

  Ya cantan, gritan, gimen: Rostro. ¡Tu rostro! Rostro.

  Las manzanas son unas,

  las dalias son idénticas,

  la luz tiene un sabor de metal acabado

  y el campo de todo un lustro cabrá en la mejilla de la moneda.

  Pero tu rostro cubre los cielos del banquete.

  ¡Ya cantan!, ¡gritan!, ¡gimen!,

  ¡cubren!, ¡trepan!, ¡espantan!

  Es necesario caminar, ¡de prisa!, por las ondas, por las ramas,

  por las calles deshabitadas de la edad media que bajan al río,

  por las tiendas de las pieles donde suena un cuerno de vaca

  herida,

  por las escalas, ¡sin miedo!, por las escalas.

  Hay un hombre descolorido que se está bañando en el mar;

  es tan tierno que los reflectores le comieron jugando el

  corazón.

  The tapeworms under glass cannot save us

  or the herb store where the metaphysician

  finds the other slopes of the sky.

  Shapes are lies. Only the circle

  of oxygen mouths exists.

  And the moon.

  But not the moon.

  Insects,

  the tiny dead along the shore,

  sorrow in longitude,

  iodine on the point,

  multitudes on a pin,

  the nude that mixes the blood of all,

  and my love that is neither a horse nor a burn

 

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